domingo, 21 de octubre de 2012

TIENE RAZÓN SCHOPENHAER.Por Flóbert Zapata Arias





 

La demencia ungida con sangre se fatiga y se toma un descanso, lo llaman paz, la hora de la demencia por dosis y cirugías, que también se fatiga y vuelve al nativismo. Una guerra grande se cambia por una multitud de guerras pequeñas, cotidianas, que tienen su mejor expresión en la envidia de los maniáticos, el egoísmo, la exclusión de los débiles, la rapiña burocrática, la calumnia, la hipocresía sin tasa, la traición, el despojo  espiritual, la competencia, la poesía rosa, la represión a las minorías buenas, el odio a lo distinto, la ojeriza a la diversidad, la insidia, el chisme, la conspiración de vecinos o de colegas y el arrinconamiento de los inocentes, lo que llamamos justicia, en resumen el sadomasoquismo de bluyín, una destrucción con otras armas,  más azarosa que las trincheras, putrefactas y alquitranadas las mentes como nunca por la pesadez, el desfallecimiento y la decepción: la historia menuda de Occidente. Tiene razón Schopenhauer en La muerte.

 


 

 

(Fotografía: Arte urbano, Manizales)

La Carolita, viernes 19 de octubre del 2012

 

©Flóbert Zapata Arias, octubre del 2012