jueves, 28 de junio de 2012

SÁBADO DE POESÍA. Por Flóbert Zapata



Queridos poetas, lectores de poesía, gente a la que le duele la poesía, residentes en Manizales o que puedan subir o bajar. Queremos invitarlos al evento que anuncia el afiche. El espíritu de este acto está compendiado en el artículo Llego la hora de empezar a vivir, de mi blog. El título no adolece de retórica, se refiere a la pura realidad: la poesía está abandonada y atomizada en su orfandad, como la sociedad mayoritaria, y nos llama para que la salvemos, paso a paso. Ni a la Gobernación ni a la Alcaldía les interesa editar sus poetas, promoverlos, devolverles. Ni siquiera se toman el trabajo de fingir que lo intentan. ¿Cómo salvarla? Renunciando a todo lo que se oponga a la hermandad, los poetas debemos dar ejemplo de ello. ¿Cómo más? Quitándole las ambiciones de viajes, de ediciones costosas o lucrativas, de honorarios, no porque no los merezcamos sino que de lo pocos hacen nacer la rapiña, esa envidia inversa. Volviendo al poema lo que es, un escrito para leerse en una reunión de amigos, de vecinos, al calor de uno de tantos fuegos, imprimirle simpleza y naturalidad, sacarlo de los formalismos, hacerle su espacio autónomo. Y queda: vivir la poesía de la forma más económica, la feliz. Sí podemos. Debemos darnos ese regalo. Micrófono abierto para leer poemas suyos o no suyos, o para que no lo utilice. Micrófono abierto para escucharnos todos a todos en vez de unos a unos. Intercambio porque tenemos derecho a crecer. Reunión porque lo que canta tiene derechos. Oportunidad de que construyamos esta utopía colectivamente.  

*


LECTURAS URGENTES DE POESÍA
El último sábado de cada mes.

Presentación de las revistas:
• Musa Levis (números 32 y 33).
• Santo&Seña, revista Quindiana especializada en literatura.

Invitados:

Juan Aurelio García Giraldo (Armenia)
Gustavo Rubio Guerrero (Armenia)
Omar García Ramírez (Armenia)
Flóbert Zapata Arias (Revista Musa Levis)
Rubén Darío Galeano Martínez (Revista Musa Levis)
Cindy N. Cardona Claros (Revista Santo&Seña)
Ángel Castaño Guzmán (Revista Santo&Seña)
Hugo Hernán Aparicio (Revista Santo&Seña)

Sábado 30 de junio, 7:30 p.m.
Fundación Fellini, Calle 50 #27-53 Manizales.

©Flóbert Zapata Arias, junio del 2012

martes, 26 de junio de 2012

Padre causó lesiones con machete a profesor frente a su alumnos en Filadelfia. Por Flóbert Zapata


I

“Padre de estudiante agredió con machete a profesor en Filadelfia (Caldas)

2:20

Sucesos


En un salón de primaria de un colegio rural de Filadelfia, municipio del norte de Caldas, ocurrió un hecho violento, en plena clase.

Un padre de familia atacó con un machete al profesor Luis Morales y le causó lesiones.

Según contaron testigos a LA PATRIA el agresor actuó, luego de que el hijo del atacante le puso una queja por supuesto maltrato del maestro.

"El docente le llamó la atención al estudiante y este le respondió con palabras groseras. El profesor le pidió que no fuera tan grosero".

Las lesiones obligaron a que al maestro lo incapacitaran por 10 días. Luis Morales tiene a cargo a los alumnos de preescolar, primero y tercero del colegio Antonio Nariño. "Lo más grave es que el ataque ocurrió dentro del salón y los niños están más traumatizados que yo", dijo el docente quien se alistaba esta tarde para asisitir a citas médicas en Manizales.



II

Le escribí a Leandro diciéndole que lástima que no hubieran presentado los puntos de vista del padre y del alumno. Y agradeciéndole el link de esa nota tan conmovedora y paisana.

Me irán a odiar profesores y profesoras por esto, como me odian los reaccionarios en la escuela donde trabajo porque les enseño a los niños que no deben permitir que nadie les grite o los lastime y que no deben permitirse gritarle a nadie ni lastimarlo, pero, la verdad, hay profesores maltratadores y profesoras maltratadoras, hoy, a esta hora, tanto en colegios oficiales como privados (un profesor golpea iracundo los libros contra los puestos,  los tira. Otro que tiene fama de comportarse grosero con los acudientes nos hace preguntarnos cómo se comportará con los alumnos).

Les pegan a los niños con regla, los pellizcan, los zamarrean, los empujan. Un Rector que conozco hace todo esto menos pellizcar y quebrarles las reglas en la cabeza o en la pierna, lo que suplanta jalándolos de las orejas hasta dejarlas calientes. No lo olvida Pedro, quiso quebrarle los vidrios de su oficina con él adentro pero no se dio la oportunidad.

Vi niños defecarse en los pantalones por miedo a pedirle permiso al profesor.

Hay profesoras y profesoras que con un grito podrían matar a un niño.

Conozco un profesor y una profesora que a punta de terror controlan la mente de sus niños a tal extremo que salen a tomar tinto y durante ese tiempo enmudecen  y se paralizan literalmente. Vi grupos formados en perfecta actitud de estatuas. A la profesora una madre la revolcó en el corredor de la escuela y al profesor un padre  lo desafió con revólver. ¿Recuerda Daniel Villegas ese día que  sacó la navaja y le rajó su pelota delante de todos?

Lamentablemente todavía a este, a esta, se considera el maestro y la maestra de éxito.

Padres, madres, los aplauden porque reprimen allí donde ellos no fueron capaces de dar conversación, atención, amor, tiempo, confidencia, escucha. Creían que educar un hijo era darle comida, lecho y no más, se equivocaron, cometieron los mismos errores que cometieron con ellos, que se reproducirán en una viciosa cadena de violencia y desafecto.

En muchas aulas comienza el país desangrado que tenemos. No reina el diálogo sino la autoridad, por lo que el niño desobedece para vengarse. No reina la dulzura y la fuerza de la convicción sino el brusco control de efectos poco duraderos e hipócritas.

Recórrase las escuelas sin maestros y aflorarán muchas sorpresas, no tendrán que escarbar mucho.

Cómo dije al principio, qué bueno que hubieran presentado los puntos de vista del padre y del hijo para haber opinado mejor sobre este caso. De todos modos hay que dejar claro que el procedimiento del padre puede encerrarse dentro de la demencia, toda forma de agresión contra otro ser humano o contra un animal, debe encerrarse dentro de la demencia. No hay nada que no se pueda resolver sin ir a la guerra.  Desgraciadamente la realidad confirma lo contrario, en demasiados colombianos palpita un asesino potencial.  

¿Cuántos años tendrá Luis Morales? Tengo que reconocer que poco he visto de la minoría de los jóvenes. Mis testimonios hacen referencia a los de mi edad en este gremio envejecido y aporreado. A maestras y maestros   que no satisfechos con maltratar a los niños maltratan a sus compañeras y compañeros o escogen un maestro solo o una maestra sola para maltratarlo o maltratarla en pandilla, en maquinación. Una maestra tuvo que pedir traslado por eso. Saben mi caso si leen la nota anterior.

Los alumnos de hoy son distintos, necesitan maestros distintos, que hablen su lengua, otro ambiente, otros recursos. Y la educación se encuentra anquilosada. Sólo han cambiado los tableros, los pupitres y las tizas. Se necesita una educación centrada en los intereses y las necesidades del alumno y no una que no los consulte. Necesitamos conocer la diferencia entre el conocimiento que mata la felicidad y el conocimiento que no mata la felicidad, o por lo menos la alegría.

A otro profesor en Manizales, J.A., no en plena clase sino en un corredor cuando se dirigía a un salón, un alumno le pegó una puñalada en la mano, le cogieron siete puntos. La cosa hubiera podido llegar a extremos graves pero se dio cuenta a tiempo y el puñal perdió velocidad al atravesar el morral que llevaba y que improvisó como escudo. Una alumna le avisó que lo iban a matar, faltó cinco días al colegio muerto de pavor, el Rector lo denunció por abandono de puesto, jejejejeje, qué Rector, que vida, qué leyes, que rigidez. “Flexibilidad laboral”, jejejejeje.

A Y.L. lo trompeó un alumno a la salida, al otro día presentó renuncia al cargo.

A un cura maestro de Religión lo sentó de un puño un acudiente en la plaza de Arauca.

Corren tiempos difíciles para la mitad de los alumnos, corren tiempos difíciles para la mitad de los maestros, corren tiempos difíciles para la mitad de la sociedad. Padecen a la otra mitad sumida en la ignorancia, la antipatía y el fanatismo.

Desde aquí con amor le deseo feliz recuperación, Luis, colega.

Manizales, martes 26 de junio del 2012





©Flóbert Zapata Arias, junio del 2012

sábado, 23 de junio de 2012

ENVEJECER. Por Flóbert Zapata


No he robado, no he secuestrado, no he matado, no he herido con arma blanca o de fuego, no he extorsionado, no he violado mujeres, hombres, niños o niñas, no he abusado sexualmente de personas o animales, no he tenido una relación homosexual (pero defiendo los derechos del y la homosexual), no he impreso billetes falsos, no he traficado drogas, no he lavado capitales, no me he apropiado de tierras ajenas, no he desplazado, no he puesto bombas. Que quede claro.
   Me han robado, me han estafado (serví de fiador y casi pierdo lo poco que tengo), no me han secuestrado, viví muerto (era fatuo, tonto, ridículo, buen esclavo, no me rebelaba sino en lo secundario, no tenía nada qué decir, carecía de opinión, trepaba enajenado el árbol del apego), no me han violado, no me abusaron sexualmente en la infancia (aunque estuve cerca una vez), me han metido billetes falsos, me han discriminado, me privaron de mi destino campesino y del pedazo de tierra que me tocaba al desplazar a mi familia gaitanista en la Época de la Violencia. No me han atracado ni una sola vez porque salgo poco y casi nunca de noche. Conocí la pobreza extrema y la orfandad. Padecí calumnias como tumores. Conocí en carne propia el furor de una conspiración religiosa, que me hará renunciar antes de alcanzar la Pensión de Derecho e irme.
   Participé hasta los cuarenta en la guerra general del sexo para tomar con la seducción un poco de lo que es de todos y unos pocos nos lo prohíben, salí maltrecho y mutilado. Como consuelo espero a Spencer Tunick para colaborar en la fotografía suya en Colombia. Nunca participé en la guerra del dinero, tan solo me defendí. No tendría problema en cambiar a vagabundo si me tocara (como un asceta hindú, como Lucho en Riosucio).
   De todo subsistieron un cuerpo enjuto, tres achaques, una casa estrato dos, un hijo y una hija maravillosos, buenos, limpios, claros, orgullosos de mí, que quieren parecerse a mí mientras yo quiero parecerme a ellos. Dos amados hermanos muertos de infarto. La renuncia a las convenciones y a la moda. Un encierro de seis años. La costumbre del sombrero y el pelo largo. Cuadros depresivos que palié con yoga y meditación. Los amigos buenos de los tiempos malos. Libros inéditos y por escribir. El ansia de vivir en el extranjero para curar mis úlceras. El éxito frente al alcohol y los fracasos frente al tabaco.
   No miento, eliminé toda mentira de mi vida, aun las pequeñas mentiras necesarias. No mentiría ni para salvar una vida. No mentiría ni para salvar a mi hijo o a mi hija. Me someto a todos los polígrafos de la tierra. El cáncer no vendrá de la falsedad. Cuando se activa el piloto automático de la invención, que tan bien me instalaron, de inmediato lo destruyo, corrijo y me alivio. Moriría hoy tranquilo si me llegara la hora pero sé que el universo me dará tiempo, que esperarán el disparo o el infarto, que viviré y venceré.
    Mis memorias dirán el resto, los detalles de una vida  triste que se resuelve en dignidad, lo que otro hizo mal y uno no pudo evitar, alguna descortesía que pudo dar lugar a equívocos, una navaja y una chaqueta impermeable por pagar, etc. Ya escribí el primer capítulo, se llevó cuarenta páginas a doce puntos y doble espacio. Desbordarán los restantes las estrechas cien páginas que había calculado.     
   Ahora, de barbas blancas felices y libres, limpias y sinceras, desencantadas y serenas,  voy por los campos después de que terminan las batallas y recojo las sobras. Casi nunca encuentro nada, no pido limosna y no me la dan.
Manizales, 23 de junio del 2012


© Flóbert Zapata junio del 2012

jueves, 21 de junio de 2012

IRIDOTOMÍA. Por Flóbert Zapata


“De mi pecho, del escondite donde yo estaba oculto, salid, gotas rojas, gotas de confesión”. Walt Whitman



Acabo de acompañar a S. a una iridotomía en el Centro Visual Moderno. Me enferma ir a las clínicas aún sólo de visita. Cumplo con el deber pero me da miedo que el médico diga:

−Está bien, la operación fue un éxito. El que se ve mal es usted, venga, quédese le hago unos exámenes.

Y que yo mire a la puerta y la oiga aconsejarme:

−Huye porque nunca volverás a salir.

Dice José Antonio Ramos Sucre: “Dos médicos no pueden mirarse a la cara sin reírse”.

En Salamina, en el 86, una señora fue a recoger a su hija al hospital, se recuperaba de una enfermedad y le dieron de alta. A la hija la acompañó  finalmente una enfermera porque su madre se desmayó y la dejaron en revisión. Al otro día murió.

Manizales, jueves 21 de junio de 2012. 8.43 p.m.





©Flóbert Zapata Arias. Mayo del 2012


martes, 19 de junio de 2012

CENIZA NARANJA. Por Flóbert Zapata


DOMINGO 17 DE JUNIO DEL 2012

7.40 p.m.

Cable Noticias: “…expertos señalan que la explosión del volcán es inminente en días o semanas”.

Nos dicen que guardemos la calma los que viven lejos a los que vivimos cerca del Volcán Nevado del Ruiz.  

Nos dicen que la naturaleza tendrá compasión, lo cual puede caer en lo falso,  a pesar de que la merezcamos: nadie debe intentar predecir las consecuencias de una erupción. ¿Quién garantiza que un movimiento de la tierra no arroje los edificios al suelo como a cajas de fósforos?

Y nosotros aquí, estoicos, preocupados, temerosos del éxodo de todos sin ser campesinos. Nos decimos que la ceniza naranja no pasará a ceniza roja.  

¡Qué truenos tan luminosos, que luminosidad para oscurecer el ánimo natural.

Ni modo de caminar por la calle, ¡La chimba, de pronto cae un rayo y lo coge a uno! Yo creo que es mejor que desconecten los computadores, de pronto los quema una descarga, que desconecten todo.

¿Nos vamos para Neira ya?, cojamos el carro y nos vamos, esto está maluco.

Sin embargo desde la ventana veo bajar por una arteria vial, aunque no en las cantidades usuales, parejas de farolas encendidas en movimiento hacia adelante, quizá a guarecerse.

Si el Volcán explotara catastrófico y produjera una inmigración masiva, por fin mucha gente probaría la lepra del desplazado.

7.57 p.m.

No impactan ya tanto los truenos sino el hecho de que no cese de tronar.

Qué truenos tan atrevidos, como si se negaran a morir y de pronto murieran con rabia, como si se negaran a dar malas noticias, como si tocaran con fuego la eternidad.

Las calles volvieron a su negritud por las constantes e imprevisibles lluvias. Los lavaderos de carros no darán abasto. Hubo un tiempo de ceniza sin lluvia, techos, calles, vestidos de un gris raro, hermoso, digno.

A ratos cadenas de truenos, otras veces varias cadenas simultáneas.

8:03

Iba a escribir silencio, cese, y a lo lejos se oyen truenos, aunque domesticados.

8:07

A., ¿ya se puede volver a conectar o qué?

−Sí, yo creo que sí, pa, yo creo que ya mermó.

Y de inmediato otra salva de truenos partisanos, porque anuncian para que nada nos coja desprevenidos, me hace desconectar por segunda vez

8.14 p.m.

Reconecto el computador, los rayos llegaron para quedarse aunque  su luminosidad se ha reducido a un potente flash fotográfico.

8.56 p.m.

Silencio sin funeral.







LUNES 18 DE JUNIO DEL 2012

9.57 a.m.

En Lavautos X, por la Avenida del Rio. Debemos esperar quince minutos, mucho carro.

−Esos truenos de ayer tan raros, tan bravos.

−Y en seco, no llovió, ¿cierto? Eso tiene que ver con el Volcán.

−En todo lo que he vivido en Manizales nunca había tronado así.

−No, sí. Acuérdese que hace como un mes una noche no pude dormir por los truenos, me despertaron de lo duros. ¿Se acuerda?

−Sí.

−M. está muy preocupada  que porque allá (La Enea) una vez tronó así, seco. T. dice que igualito fue cuando lo de Armero. Mire esos carros como llegan.

Todos con una capa de ceniza pareja.

Si no se lavan los carros se les mancha la pintura. Cualquiera sabe que intentar quitar la ceniza sin manguera hace algo peor, la raya.

La gente vive normal, piensa que la explosión repetirá a la anterior, molesta pero no brutal con la ciudad.

−Mire lo que me contó el señor.

−¿Cuál?

−El que estaba ahí conmigo. Que ayer llovió en el centro y cayó granizo, que las calles eran lisas por el granizo, que a una tía de él se le desentechó la casa, que por San Joaquín se cayó un techo. Que cayó un derrumbe en la vía a Neira. Que mantiene congestionada la nariz.

−Yo también, mantengo con dolor de cabeza.

−Esto está muy verraco, los carros vueltos mierda.

−Yo vivo por el sector de La Carola y por allá no llovió.

−Sí, por allá no llovió, llueve por partes.

Agradece S.  que se vino ayer de Neira. Yo agradezco que A. no aceptara la invitación de volarnos, nos hubiera podido tapar el derrumbe.

Cambios bruscos del tiempo. Sol y luego lluvia.

−Ayer por la mañana hizo sol y en la tarde lluvia y lluvia.

Se le engorda la cuenta bancaria al dueño de X, que hoy patronea de tenis, bluyín, camiseta negra, cachucha negra y gafas oscuras pero que en semana lleva traje y corbata.

11:07 a.m.

Salida del lavautos.

−Menos mal salimos temprano, vea esa cola.

Apenas S. estuvo dentro del carro echó de ver la pérdida de monedas.

−¿Por qué no las sacó antes?

−Cuando me acordé ya había entregado las llaves y me dio pena. Por eso no les doy propina, B. les da mil.

−¿Como cuánto robaron?

−Nada, por ahí ochocientos pesos.

Creo que más, esta semana le he echado mucha moneda pero ella no lo sabe.

−¿Todas las veces le roban?

−Hubo una que no, hace quince días. Ya uno se acostumbra a eso. Jejejeje..

−jejeje…

−Les pone monedas para que se las lleven. Jejejeje… 

−Jejejejeje.

La anterior vez que la acompañé desapareció la llave Bristol indispensable para desvararse de una pinchada.

3.48 p.m.

−Ya va a empezar a llover ceniza.

−¿Por qué sabe?

−Porque todos los días ha llovido.

Truena. La rutina va alejando los espantos atávico e histórico.

Tendré que suspender la caminada diaria de veinticinco cuadras, he comenzado a toser y a sentir la respiración pesada, quizá todo obedezca a la sugestión: la gente anda sin tapabocas, distinto al primer día que cayó ceniza, un médico anunció que sus componentes no produce problemas significativos en la salud.

Aghata llora y llora inconsolable desde hace varios días, como si tuviera hambre pero tiene comida, como si hubiera enfermado pero no está enferma, como si estuviera en celo, como si temiera. Sólo con caricias se debilita su llanto, como se sabe, más conmovedor que el de un niño. ¿Los gatos advierten con antelación las erupciones? ¿Su llanto sale del desconsuelo y la angustia de no poder huir, de que no se la lleven lejos? Esperemos que lo de Ághata corresponda al celo, recordemos que la especie se convierte en adolescente a los cinco meses.

A los gatos que mueven la pata delantera mágica e inmarchitablemente, conocidos como  zhaocai mao en China y maneki neko en Japón, los precede una bonita leyenda. Un pobre estaba en su casa y al frente un rico se escampaba de la lluvia bajo un árbol.  Desde la ventana de la casa del pobre el gato llamaba al rico con su mano, cuando este acudió a acariciarlo al árbol bajo el que se escampaba lo calcinó un rayo.


©Flóbert Zapata Arias. Junio del 2012

sábado, 16 de junio de 2012

NO QUEDA OTRO CAMINO QUE COMENZAR A VIVIR. Por Flóbert Zapata


Llegó la hora de que los poetas comprendamos que la poesía sólo puede salvarse con la ayuda de los poetas.

Llegó la hora de resolver la disyuntiva de que la poesía que se acerca a la academia se aleja del hombre común: que los poetas no escriban sólo para los poetas.

Llegó la hora de aceptar que la sociedad nos necesita.

Llegó la hora de denunciar que hay tanta felicidad poética que se la lleva un pequeño grupo.

Llegó la hora de que la poesía alcance para todos.

Llegó la hora de que la poesía demuestre que se opone a la descomposición.

Llegó la hora de no esperar más porque ya hemos esperado mucho.

Llegó la hora de salir del escaparate en el que nos metieron.

Llegó la hora de hacer parte del universo real y no de un nicho de nubes fantásticas.

Llegó la hora de echar por la borda el complejo de inferioridad y la condición de siervos de los renombrados.

Llegó la hora de que el verso adquiera velocidad de crucero.

Llego la hora de actuar y no sólo de ver.

Llegó la hora de que digamos que tenemos grandes, medianos y pequeños poetas y que todos merecen audiencia.

Llegó la hora de decirle adiós a quienes no aceptan nuestra humildad.

Llegó la hora de renunciar a los que nos exigen pago porque nomás tenemos amor para darles.

Llegó la hora de que nos escuchemos.

Llegó la hora del Viejo Caldas. Anda tan mal que Quindío ocupa el primer lugar en suicidios en Colombia, 10 suicidios por cada cien mil habitantes. Que en el tercer lugar lo sigue Caldas, superado por la hostigada Arauca con siete. Cuando se sabe que más de tres debe encender alarmas. Que Pereira se solaza aumentando el número pavoroso de feminicidios.

Llegó la hora de que el narciso renuncie al egoísmo.

Llegó la hora de entender que andamos mal porque nos falta poesía.

Llegó la hora de saber que no nos queda otro camino que bajar las armas de la diferencia y unirnos.

*

Como veremos, la autorrealización poética se constituye en el único camino para los poetas de las regiones alejadas de los tres centros de poder económico-poético en el país: Bogotá, Medellín y Cali.

No existe una total antología o colección de libros de poesía colombianas. Si existieran no dejarían por fuera a Gustavo Rubio Guerrero (Caza de Libros lo incluye) de Quindío, a Antonio Mejía Gutiérrez de Risaralda, a Carlos Héctor Trejos Reyes de Caldas. A tantos emergentes que no tienen por qué esperar a envejecer.

Una justa antología, una incluyente colección de libros, debe hacerse yendo de capital en capital, capital del pasado tras capital del pasado, capital del olvido tras capital del olvido, cementerio tras cementerio.

Muchos lo harían gustosos pero no hay con qué. Cada vez hay menos con qué. Cada vez habrá menos con qué.

No existe tampoco un total festival o evento de poesía colombiana.

Sólo alcanza lo poco para unos. Por Facebook H. V. C. comentó desde las entrañas de la Feria del Libro 2012: “En cuanto a programación de poesía, los mismos de siempre”.

Aunque otras cosas sobran. O. E. G.se refiere a “la prepotencia de la capital y las conveniencias de las camarillas”.

Ya lo dijimos: Gracias por olvidarnos mal.

Ahora nos toca olvidarnos a nosotros mismos, olvidarnos bien, otros veinte años.

Por ello nos reunimos en Manizales hace un mes Juan Aurelio García, Ángel Castaño, Flóbert Zapata y Leandro Loaiza. Y este sábado 19 en Armenia y Filandia, Juan, Ángel, Flóbert, Cindy, Rossi, Simón, la abuela y el perro.

Queremos hacer unas cuantas corduras sin vender el alma, apelando al propio bolsillo, al roto. Nada de presentar proyectos, nada de nudillos desatendidos, nada de burladeros.

Una colección de libros autofinanciados por cada autor, económicos, dignos, para vender a precio chino, todo a mil. Al alcance del campesino, la tía curiosa, el loco... Con antologías temáticas y generales cada tanto.

Un itinerante circuito de lecturas durante todo el año en los tres departamentos, mensual con miras a quincenal o semanal. Pones el pasaje, te das una vuelta, cambias, conoces amigos, duermes y comes en mi casa pobre, limpia y honrada. Pongo el pasaje, me doy una vuelta, cambio, conozco amigos, duermo y como en tu casa limpia, honrada. Trueque, sistema propio de la poesía que no quiere pedir para no deber. Honorarios, aviones, editoriales pomposas, hoteles, nos aislaron, nos incomunicaron, nos estratificaron, nos hicieron sonámbulos.

Bertha Lucía Estrada me cuenta que en su París hay un grupo poético que se reúne el último jueves de cada mes en el segundo piso de una taberna, ya llevan ocho años, a cambio consumen, una cerveza, una botella de agua, etc. Allí presentará su libro bilingüe La route du miroir – La ruta del espejo, publicado por Ediciones du Cygne este año.

Una tertulia de latinoamericanos y españoles residentes en Colonia, Alemania, dirigida por un colombiano, realiza también lecturas de poesía regulares. Con ellos estará Berta Lucía, pagará su vuelo en avión, la alojará  uno de ellos.

La periferia es nuestro único centro, muchachos, no soñemos con otro.

Para empezar un grupo de diez o veinte poetas en cada departamento, ojalá más, creciente, abierto, aglutinado en la red, comprometido cada miembro a estar mínimo con otra persona, digamos de 8 a 9 un día, en un lugar fijo, a definir, cuota garantizada de recepción.

Un concurso regional que pueda premiar las obras que otras instancias no premiarían por lastimar el oído hipersensible de los establecimientos poéticos y no poéticos. Se puede, ya lo hicimos en Caldas con el Primer concurso caldense de poesía en tiempos de penuria.

Nunca estuvimos más cerca y nunca más alejados. 

Nunca nos perdimos y nos necesitamos tanto.

No queda otro camino que comenzar a vivir.



Manizales, domingo 20 de mayo del 2010.





©Flóbert Zapata Arias. Junio del 2012

miércoles, 13 de junio de 2012

MATA AL BUDA. Por Flóbert Zapata



Merece la muerte el judío que mata al mesías que aun no ha llegado.

Merece la muerte el cristiano que mata a Jesucristo.

Merece la muerte el mahometano que mata a Mahoma.

El budismo zen dice: “Si encuentras al Buda mata al Buda”.



© Flóbert Zapata junio del 2012

martes, 12 de junio de 2012

LA ANTIOQUIA DE WHITMAN. Por Flóbert Zapata


1

A X, empleada de Y, la trasladaron para Z (población de Antioquia), esta que termina hoy su primera semana allá. Se fue con miedo porque los antioqueños tienen fama por aquí de no aceptar a los fuereños y de hacerlos aburrir. No sé por qué en este caso si Manizales nunca ha dejado de ser Antioquia. Acaba de llegar a Manizales una fuereña doble, ni manizaleña ni antioqueña, que estuvo allá y confirma que le hicieron “mal ambiente”. Hace años A. P., comunicadora social y periodista de la Universidad de Manizales, me contó que tuvo que librar una guerra que finalmente ganó para quedarse: “Creen que sólo ellos pueden hacer bien las cosas”. Finalmente conquistó a los conquistadores.  Esperemos que los tempranos indicios que ha tenido X se diluyan como alucinaciones baratas. Y que le ayude su segundo apellido, Betancur probado de los de El Carmen de Viboral, de donde vino su abuelo.



2

Los antioqueños no son los únicos que saben hacer bien las cosas, ni todas sus cosas son buenas, no por antioqueños sino por humanos, como todos, pero las cosas que hacen bien qué bien las hacen, incluidas las malas. O sea que no hay una Antioquia sino dos. La más digna para mí corresponde a la whitmaniana: su arte, su humanismo, su fe en los derechos civiles, lo que en sus palabras el autor de Hojas de hierba llama libertad política. De esta traigo como ejemplo algo que acaba de hacerme feliz, porque la felicidad no se revela abstracta ni irreal, como nos quieren hacer creer sino todo lo contrario, palpable, objetiva. Hablo del periódico UNIVERSO CENTRO, que tiene en el cargo de Dirección y fotografía a Juan Fernando Ospina y en el de Editor a Pascual Gaviria.  Su desvelo por la calidad nos recuerda que  en Manizales nos desvelamos apenas por la oportunidad.  En materia de apoyo a sus escritores la hija debe avergonzarse de la madre.



3

El editorial, Repetir errores y operaciones, no subvalora ni la inteligencia ni la verdad ni el ahora. Gustavo Álvarez Gardeazábal paga bien alguna deuda suya con Andrés Caicedo en El tartamudo genial.  Guillermo Cardona, Sergio Álvarez, Pablo Montoya, Fernando Mora Meléndez y el mismo Pascual Gaviria recorren por separado una habitación de un escritor famoso y nos relatan la adrenalina mental que despertaron en ellos y que los une. No es un festivo más, de Sergio Valencia, nos dice que sigue vivo lo que debiera estar muerto: el Primero de Mayo. Caminando entre nubes, nos hace sentir con el humo inocente y medicinal de la realidad lo que otros nos hacen sentir con el humo hermano de la ficción. En bocas de ceniza, por Camilo Jiménez, el tiempo de la reseña se detiene en ese momento en el que Pio Baroja diferencia maravillosamente a los perros de los gatos. Ahí voy,  llegan las doce y debo dormir.  



Manizales, domingo  10 de diciembre del 2012 12:00 de la noche



Copyright © Flóbert Zapata, junio del 2012

martes, 5 de junio de 2012

LAS CENIZAS SE MEZCLARON CON EL POLVO. Por Flóbert Zapata

                                       (Mi hija Carolina, de 27 años y mi nieta Aghata de 3 meses)

Estiven Muñoz, de nueve años, cursa Tercero de primaria en la escuela Barrios Unidos, se adiestra para torero. A los siete tenía de mascota un gatito. Ignoraba su candidez, seguramente terca,  que a los gatos no se deben sacar a la calle, se ponen nerviosos, se les baja las defensas y, sobre todo, que la posible enfermedad no significa nada comparada con la maldad humana y el desprecio hacia las otras especies. Salió con su mamá al centro, llevó su gatito, miraban vitrinas. En una vio unos zapatos tenis bonitos, puso el gatito en el suelo, se entretuvo. Pasaron segundos, quiso alzarlo de nuevo y no lo vio, hizo un paneo con los ojos. Había un corrillo cercano, preguntó a una señora qué pasaba. Lo informó: “Parece que un gato muerto”. Se acercó, vio a su gatito en el centro de la roja curiosidad, funeral para unos, festiva para otros, lloró: le habían pegado tres puñaladas, una en la cabeza, otra en el pecho, la última en el estómago. Si esto hacen con un animal, ¿qué no harán con una persona? ¿Por qué, por qué lo mataron?, pregunté a los alumnos que paralelamente copiaban del tablero y compartían la escucha de la historia, mientras lloraba lágrimas hacia adentro porque de niño me enseñaron muy bien que los machos no lloran. No queda otra respuesta que la superstición o la locura, si no se igualan. Me hubiera gustado saber quién lo hizo, hablar con él, bañarme en sus oscuridades derrochadas.

Mi hermano Fáber se nos fue el 25 de julio del 2006, o sea esta mañana, la muerte anula el tiempo como el misterio baña los días. Me contó una vez que en una vereda de La Merced, no recuerdo ya su nombre, dando reversa, un camión distribuidor de gaseosas pisó un gato y lo mató. El conductor y su acompañante pitaron, llamaron a la casa para pedir disculpas, para pagar, etc., pero nadie respondió. Seguramente remordidos, buenos, justos, necesitados de perdón, insistieron en su siguiente regreso. ¿El conductor o el ayudante?, se bajó solitario y esta vez encontró interlocutor: un anciano salió de la casa, atravesó el patio y abrió la puerta. Después de escuchar las reconciliadoras palabras, sacó un cuchillo, lo hundió en el hombre y lo mató.  Quise viajar a La Merced, investigar, destejer, arriesgarme. Nunca dispuse de  tiempo ni de dinero, igual que ahora. Fáber me acompañaría, sin él todo perdió sentido, las cenizas se mezclaron con el polvo y el olvido ganó una vez más como la impunidad gana siempre.

Lunes 4 de junio del 2012



Copyright © Flóbert Zapata, junio del 2012

lunes, 4 de junio de 2012

FE DE RATAS. Por Flóbert Zapata


(Fe de ratas) Donde dice Camilo José Cela léase Sí hay clavos y Canela. Donde dice Roberto Juarroz léase Huevos con arroz. Donde dice Luis Cernuda léase Carne cruda. Donde dice Jacinto Benavente léase Pintura y disolventes. Donde dice Arcipreste de Hita léase Vendemos papas fritas. Donde dice James Joyce léase Rolls Royce. Donde dice Nicolás Maquiavelo léase Todo en cortes de pelo.  Donde dice Alonso de Ercilla léase Caldo de morcilla. Donde dice Alejandro Dumas léase Almohadas de plumas. Donde dice Virginia Wolf léase Palos de golf. Donde dice Elías Canetti léase Piza y espaguetti. Donde dice Yasunari Kawabata léase Vestidos para azafatas. Donde dice Víctor Hugo léase Mega jugos. Donde dice Inca Garcilaso léase Jarras, copas, vasos. Donde dice Miguel de Cervantes léase Los mejores guantes. Donde dice Rubén Darío léase Grava de río.



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domingo, 3 de junio de 2012

ESE DÍA BONITO. Por Flóbert Zapata

Ese día bonito, del sabor de las uvas cuando se siembran de noche, en el que los jóvenes hacían yoga y los adultos meditación, los ancianos bailaban, los guardias no vigilaban, los agiotistas perdían la memoria, las armas blancas y de fuego no rompían carne, los políticos no mentían, en el que  aparecías al frente de la escuela y me sonreías.

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