miércoles, 31 de julio de 2013
LUDÓPATAS. Por Flóbert Zapata
Si dios
es rico y soy su hijo yo debería ser rico. Y soy pobre y los restantes dioses
son los ricos y no me consideran tampoco su hijo, seguro porque no llevo su
sangre superior. De modo que me voy a buscar un dios pobre, el único problema
es que dioses pobres no hay, todos son ricos; y si encontrara uno, uno
desgraciado, uno traicionado por la avaricia de los otros, quizá el bobo de la
familia, estaría incapacitado para darme amor, lo único que podría dar, ese
consuelo de los débiles, porque gastaría la mayor parte de su tiempo trabajando
para subsistir y el resto en caer en la cama como muerto, emborracharse, ver
partidos de fútbol, soñar con la riqueza, apostar, jugar maquinitas, bingo, lotería, chance,
etc., etc., etc. A todos, dioses incluidos, que prefieren cómodamente en casa Hágase
rico, en vez de convertirnos en un país de lectores nos convirtieron en un país de
ludópatas.
© Flóbert Zapata, julio de 2013
UN NEGRO Y UN INDIO. Por Flóbert Zapata
Un
personaje fascinante. Un actor inmenso de la más grande película: la vida real.
Un actor inteligente como Marlon Brando, que sólo acepta el guion de la
sinceridad. Frecuenta prostitutas, una de ellas ama la mentira, traicionó a la profesión, compasiva si no se
ejerce por hambre, cobardía o enfermedad o si en tal caso resucita desde el
juicio. Es rubio pero en su alma hay un
negro y un indio. En la juventud llevó el cabello rebelde, largo, buscador de
la tierra. Su sueño: un mundo sin secretos. Y tiene toda la razón porque las
guerras acabarán no el día que no haya armas sino el día no haya secretos.
© Flóbert Zapata, julio de 2013
martes, 30 de julio de 2013
ETERNA PERSEGUIDORA DE ROUSSEAU. Por Flóbert Zapata Arias
(Foto: Manizales)
“Cuarenta y cuatro
millones de ladrones, cuarenta y cuatro millones de alcohólicos, cuarenta y
cuatro millones de mentirosos”, decía el hombre en la radio encendida del taxi
en que iba ayer para la casa. Qué interesante apunte para definir el carácter
del hombre colombiano. Esperé hasta saber a quién correspondía el comentario. Era
un pastor protestante que ya arruinaba lo dicho con la prédica dogmática. Entonces
agregué, mentalmente porque el conductor lo oía como rezando y hay rezadores
violentos como hay rezadores sosegados:
−Y cuarenta y cuatro
millones de fanáticos.
Un taxista lo pone a
uno a oír fútbol, otro lo pone a oír Radio María, otro baladas década sesenta,
ninguno un audiolibro, ninguno Sin novedad en el frente, la interpretación del
Tao te chin por Osho o Las confesiones. El año anterior también por radio, no
sé si el mismo pastor u otro, aunque todos siguen el mismo libreto, mandaba a
sus fieles no entrar a salas de belleza donde hubiera peluqueros maricas. Comprendí
el motivo de la sequedad inicial del
conductor, mi cola de caballo le resultaba onerosa. Ah, patria desbocada, ¿a
dónde vas, a dónde te diriges sumisa, eterna perseguidora de Rousseau?
Jueves 25 de junio del 2007
© Flóbert Zapata, julio de 2013
domingo, 28 de julio de 2013
LA RED OSCURA Y DULCE. Por Flóbert Zapata Arias
(Obra de Guillermo Linero)
Me acaricias, dulce
esposo, y sólo tu mano está viva,
la única parte de ti
que regresa desde la muerte.
Ven, mutilado mío,
lucha conmigo contra la guerra,
no soy tuya pero te
amo y dejarte cuando llegue la hora
no significa morir
sino renacer.
Quédate en mis senos,
la única parte de mí que está viva,
la única parte de mí
que regresa de la muerte,
que sonreirá cuando
decidas renacer en otro cuerpo,
partir a otra paz,
extender la red oscura y dulce.
Me acaricias, dulce
esposo, y sólo tu mano está viva, la única parte de ti que regresa desde la
muerte. Ven, mutilado mío, lucha conmigo contra la guerra, no soy tuya pero te
amo y dejarte cuando llegue la hora no significa morir sino renacer. Quédate en
mis senos, la única parte de mí que está viva, la única parte de mí que regresa
de la muerte, que sonreirá cuando decidas renacer en otro cuerpo, partir a otra
paz, extender la red oscura y dulce.
La Carolita, julio/2013
© Flóbert Zapata, julio de 2013
sábado, 27 de julio de 2013
FE DE ERRATAS. Por Flóbert Zapata Arias Montes
Donde dice “Nuevo cantar de los cantares” léase
“Nuevo cantar de las cantinas”.
Donde dice “La psicosis de las masas” léase “La
psicosis de las musas”.
Donde dice “seguidamente” léase “suicidamente”.
Donde dice “El recuerdo de mis predecesores” léase
“El recuerdo de mis opresores”.
Donde dice “conseguir los favores del hombre” léase
“conseguir los favores del hambre”.
Donde dice “aunque en la autopista” léase “aunque
en la autopsia”.
Donde dice “le ha valido muchas alegrías” léase “le
ha valido muchas alergias”.
Donde dice “La indefinible melancolía de los
crepúsculos” léase “La indefinible melancolía de los escrúpulos”.
Donde dice “como si sintiese en su frente el soplo
del abismo” léase “como si sintiese en su frente el soplo del budismo”.
Donde dice “bienvenido” léase “bienvendido”.
Donde dice “muy gratificante” léase “mucho
traficante”.
Donde dice “Supone una grave evolución de nuestros derechos” léase “Supone una grave violación de
nuestros derechos”.
Donde dice “La proscripción de la esclavitud” léase
“La prostitución de la esclavitud”.
Donde dice “Bajo los auspicios de su santa
inspiración” léase “Bajo los auspicios de su santa inquisición”.
Donde dice “el derecho a soñar” léase “el derecho
del señor”.
Donde dice “caminará sobre su ceño dolido” léase “caminará
sobre su coño dolido”.
Donde dice “Recuerda que habíamos quedado de rotarnos los libros” léase “Recuerda que habíamos quedado de robarnos
los libros”.
Donde dice “y sus
vínculos familiares” léase “y sus víctimas familiares”.
Donde dice “su extrema izquierda le mereció muchas
críticas” léase “su extrema franqueza le mereció muchas críticas”.
Donde dice “que se convirtió en un
emprendedor” léase “que se
convirtió en un emperador”.
La Carolita, miércoles
10/julio/2013
© Flóbert Zapata, julio de 2013
NO OCURRIRÁ. Por Flóbert Zapata Arias
Sin ausencia de dolo
en las matrices de opinión, de Julio Flórez se difunden sobre todo Mis flores
negras y Todo nos llega tarde hasta la muerte y los de su tipo. Esto lo que
conocen las personas corrientes de él, los que leen lo que ven a la mano.
Resultan interesantes para comprenderlo en sus fugas de la grandeza total pero
no más.
El muy cantado Mis
flores negras es un poema endeble en el contenido, se revela
masoquista en “gemidos” y “desvíos” y sádico en “reproches y perfidias”, aunque
estos dos males se intercalan siempre, se funden, se arrodillan. Nadie va a guardar, de otro lado, unas flores
de esas características, con lo que la última estrofa acaba de agravar la
situación en la ingenuidad, después de la dosis de moralina y resentimiento. No
hay razón para hablarle al pérfido y menos para estar con él. Todo esto lo hace
un poema cien por cien sentimental y, como sabemos, los sentimientos sin su
componente de razón se pueden equiparar con el sujeto que ahorca a su buena
madre. El hombre está hecho de sentimientos y de pensamientos pero los
sentimientos nacen de los pensamientos, no me cansaré de repetirlo. La mayoría
de colombianos tiene malos sentimientos porque le han metido hondo pensamientos
inficionados. De no creerlo miren no más alrededor la sociedad tan echada a
perder que tenemos. O mírese adentro cada uno con sinceridad, de no habérsele
atrofiado esta facultad, a ver si no se espanta de sí mismo después de quitar
la máscara del narcisismo. Tiene el mérito documental el poema de describir al
peor de los estados del hombre, el del derrotado por sí mismo, por no
procurarse con los libros que sacan la cabeza por la reja, los libertinos, la
educación que le negaron, tragedia de la mayoría. J. L. Borges dice que los
tangos lloriqueantes son poco varoniles pero yo digo que son poco humanos. La
música debería llevar a la salud y no a la enfermedad mental. Al oír esta
canción está hecha la siembra para que el truhan después de la fuga
de su mujer apure un veneno o cometa una masacre como la de hace un mes en
Antioquia, pero sucede en todas partes. Un hombre buscó a su expareja y la mató
junto a su pequeña de brazos a puñal y casi arrastra también a una vecina que
salió a tratar de interferir. ¿Por qué lo hacen? Porque no cuentan con los
recursos para defenderse de su contenido viral. Las letras necesitan crítica
pero los intereses entregan mudez.
Todo nos llega tarde es
un buen poema pero no hace parte de los grandes poemas de Julio Flórez,
aquellos en los que logra una dicción esencial, sencilla y fluida como un arroyo de selva virgen, aquí los
versos tan cortados, lo que llaman encabalgamiento, perturban demasiado en la
segunda estrofa. Pero el gran problema reside en haber metido de manera poco
afortunada la muerte en un poema social. Cierto que consigue parcialmente convertir
lo social en peldaño anterior a la angustia existencial, el dolor que en
apariencia no tiene causa. El tema es el desencanto del hombre corriente ante
la frustración de todo tipo, la estulticia de no reconocer el esplendor del otro
sino cuando está inerte, que Flórez padeció y padece, y una judicatura que
sigue sustentando que la justicia es para los de ruana, que su bondad se
circunscribe dentro de las utopías prescritas. Y sigue funcionando así, si
quiere justicia conviértase en rico o famoso, o haga justicia por su propia
mano, otra de las razones que explican este país asesino, a través de armas,
accidentes de tránsito o humillaciones, y suicida, que oculta los suicidios,
como los del Metro, dicen. Ahí no cabía suelta la idea tan rica para
desarrollar de que todo nos llega tarde hasta la muerte. Tan rica y tan difícil
y por tanto tentadora y bella, si evita las nupcias entre el lloriqueo y las
flores negras, hoy de moda, de exportación y lustrosas, de alguien que odia
la vida porque recibe su odio, pero no se despide de ella siendo tan fácil
proceder, tan barato y común.
Ahora, las obras
relumbran de musicalidad, don protegido, aunque utilizado en cautiverio para
opacar su poesía de ideas, y tienen momentos bienaventurados, ni más faltaba,
pero no logran poner la balanza a favor, ofrecer el poema que llamamos redondo.
Para el contraste quería
un poema que saca el blog ntc en foto de un recorte de prensa antiguo,
tipográfico, en el que hay un cuervo, me gasté el día y no di con él aunque pulsé
una a una las entradas antiguas, lo quedo debiendo. Ni siquiera en
la red encontraremos los poemas que nos han negado sucesivas antologías de su
obra en papel, que en su caso particular nos permite definir esas antologías
como aquello que oculta lo que Francisco Umbral llama “textos en subversión” en
el prólogo a El asno de oro de Ovidio Apuleyo, edición del Círculo de Lectores,
y que han condenado al gran poeta a un círculo vicioso hagiográfico, mostrando
en él lo que continúa sumiso y confuso y no lo que rompe perturbador y lúcido. Necesitamos
la publicación de las obras completas de Julio Flórez pero esto no ocurrirá
nunca.
La Carolita, viernes 26/julio/2013
© Flóbert Zapata, julio de 2013
martes, 23 de julio de 2013
EN TODOS LOS GREMIOS. Por Flóbert Zapata
En todos los gremios, al lado de la gente sana, hay
hipócritas, estafadores, ladrones, intolerantes, envidiosos, beligerantes, farsantes,
calumniadores, lenguas de cloaca. También en el gremio de los escritores,
lamentablemente tenemos que decirlo. Esto decepciona porque se supone que se
trata de gente con un alto grado de sensibilidad y una erudición constante. Si
los libros leídos no sirven para volvernos buenos, es decir solidarios y
dialogantes, y decentes, es decir felices, ¿entonces para qué sirven?, ¿algo de
la legitimidad que tienen los poemas de Hitler o Mussolini no la merecen los
libros escritos por este linaje? No han matado con armas puntiagudas o
explosivas sino con armas peores.
En el gremio como en cualquier corte europea de peluca
entalcada encontramos además la especie de los milagreros, rancios e
intrigantes. Se dicen humanistas y viven enfilados en guerras cotidianas de
salón y de café, pelean ferozmente por las migajas de una cosa ególatra llamada
fama, de la que nacen adocenados vestidos de genios por los grandes diseñadores
del fraude. No coinciden mala calidad literaria y falta de decencia y felicidad
sino que la falta de decencia y felicidad no puede dar sino mala calidad
literaria porque ¿quién puede escribir algo que realmente valga la pena atado a
semejante confusión?
San
Antonio de Prado, Medellín. 18 a 26 de mayo, 2013.
© Flóbert Zapata, julio de 2013
domingo, 21 de julio de 2013
SALEN A TOMAR SU PEDACITO. Por Flóbert Zapata Arias Montes
Sobra
felicidad, nunca ha faltado, nunca faltará, se acumula, crece silvestre,
exuberante, en todas partes, incluso sobre las rocas y en el fondo del mar,
pero no pueden tomar siquiera un pedacito.
Allí llega el sol, llega el aire, llega la
lluvia, llega la noche, pero no llegan las monedas y los billetes y menos las
tarjetas de cajeros automáticos.
A las cuatro de la mañana roban en ollas agua del
acueducto para las comidas y se bañan en una fuente del monte próximo, las
velas brillan en la penumbra como antes de que Thomas Alva Edison inventara la
bombilla.
Su número crece desaforadamente, ¿quién no se ha
encontrado uno durmiendo en las escalas de la puerta de entrada a la casa para
evitar la humedad de la acera y de la calle?
Dos chicos se revientan las narices a puños por
una moneda de cincuenta pesos que no alcanza para comprar una menta TTT.
Hace quince días les regalé a dos recicladores de
a moneda de quinientos, viérase la fiesta, la reconciliación en ese lenguaje distinto
que encanta oyéndolo, tan digno como el de Shakespeare.
Una vez esperaba el Cosmobús con un billete de
mil tomado por un extremo y Yimy se me
acercó y me dijo:
−No deje ver el billete, profe, que por ese
billete son capaces de matarlo.
−¿En serio?
−Claro, no ve que con eso se compran una vincha
(droga).
Aunque algunos aceptan su destino serenamente
como Sócrates, otros desesperados, semejantes a hombres antes pacíficos obligados
a actuar en la guerra en un país lejano, que matan porque o si no los matan, hacen
morir porque los hacen morir, salen a tomar su pedacito de felicidad en los
árboles, en las viviendas, en los cuerpos. Como son duros de arrancar usan
pistolas y cuchillos. Han ocupado todos los territorios con sus
felinas apariciones relámpagos y las mentes tiemblan y luego se paralizan.
La Carolita, miércoles
17/julio/2013
© Flóbert Zapata, julio de 2013
sábado, 20 de julio de 2013
Se cree que pensar en la muerte es malo. Por Flóbert Zapata Arias
Se cree que pensar en la muerte es malo pero
pensar en la muerte no sólo no es malo sino que es saludable. Dice en el link
que doy abajo el profesor chileno Claudio Naranjo: “En todas las tradiciones espirituales
se aconseja vivir con la muerte al lado. Hay que hacerse a esa evidencia de que
somos mortales y creo que el que toma la muerte en serio no será tan vano. No
tienes tanto miedo a cosas pequeñas cuando hay una cosa grande de la cual
preocuparte más. Yo creo que la muerte sólo puede superarla uno que en cierto
modo muere antes de morir”. Otra cosa es que para pensar en la
muerte hay que estar bien, libre de prejuicios, de dogmas, de odios, de
guerras, de envidias, de ambiciones de poder o de dinero, sin remordimientos,
zafándose de toda idea de futuro, lo que quiere decir encaminarse al origen, impermeable
a la razón y la moral, que comienza desarrollando la capacidad de quedarse en
silencio con los ojos cerrados y permitirle a la mente total libertad.
La Carolita, miércoles 17/julio/2013
© Flóbert Zapata, julio de 2013
ANA CHAPMAN LE MATA EL OJO A SNOWDEN. Por Flóbert Zapata
Le valió la pena el heroísmo de llamar al juego
limpio a Snowden, nunca imaginó cuánto, ofrecimientos para la subsistencia, la
vivienda y le sobran propuestas de matrimonio, como la de Anna Chapman, que no
es cualquier cosa sino una exespía rusa expulsada de los Estados Unidos en el
2010, condecorada luego por Putin, pero ¿será fea?, miren las fotos, embelesa, redime, todo un personaje del
performance fotográfico, una diva rusa, lleguen hasta esa fascinante foto en la
que hace de prostituta, encarnando de maravilla el alma bella de la prostituta
pura.
La Carolita, viernes 19/julio/2013
© Flóbert Zapata, julio de 2013
jueves, 18 de julio de 2013
EL POEMA CAMINA SOLO. Por Flóbert Zapata Arias Montes Carvajal
El poema camina solo, no necesita ayuda, dinero, whiskys,
trueques, en los que siempre te tumbaron. El poema cae sólo, no necesita que
lo empujen, que lo escupan, que pongan sicarios por donde camina, él mismo se ata
la soga en el cuello si lo merece por ceder a la impostura. El poema camina
sólo hacia la muerte o hacia la vida y se levanta solo también o se quita las
paladas de tierra que le echan los enterradores de profesión.
La Carolita, domingo 14/julio/2013
© Flóbert Zapata, julio de 2013
EPITAFIO. Por Flóbert Zapata Arias Montes
(Imitación de la famosa foto de Ambrose Bierce. El libro de encima es Diccionario del diablo, edición de Galaxia Gutemberg, el de abajo no me acuerdo, pero la calavera es la misma de la original. El montaje que me hicieron por cinco mil pesos quedó horrible con fotoshop, entonces tome una foto a la foto con poca luz y algo mejoró aunque se perdió la nitidez)
Toma
mis muertos huesos, tritúralos, hazlos polvo, amasa el polvo, haz con él lo que
quieras, siempre saldrá una mentira.
Toma
mis muertos huesos,
tritúralos,
hazlos polvo,
amasa
el polvo,
haz
con él lo que quieras,
siempre
saldrá una mentira.
© Flóbert Zapata, julio de 2013
miércoles, 17 de julio de 2013
EN CIRCULACIÓN MUSA LEVIS 37. Por Flóbert Zapata Arias Montes
Fabio Vélez Correa me hizo caer en cuenta que
Musa Levis entra en su décimo año de circulación, regular e ininterrumpida. ¡Diez años!, casi no lo puedo creer, habrá
que hacer algo para celebrarlo en el 2014, una antología quizá, un gran reencuentro.
Diez años en los que publicamos sin discriminación a todo quien nos haga llegar
su material: obreros, empleados, profesores, campesinos, estudiantes, jóvenes, viejos, Palma y Florida y los queridos muertos, no los olvidamos. Diez
años con un valor fundamental, el de que exista un espacio para que la gente continúe
y no se desanime por falta de estímulos
y para que otros se atrevan. En este número, que repartiremos en las Lecturas Urgentes
de Poesía, David Santiago Arredondo (Manizales), Gonzalo Arango (Andes), Alba
Lucía Hernández Carvajal (Supía), Jury Vanessa Marulanda (Manizales), Juan
Diego Cárdenas López (Ibagué), Nelson Marín Salinas (Ibagué), ilustraciones de
Ulises Giraldo (Anserma). Namasté.
La Carolita, miércoles 17/julio/2013
© Flóbert Zapata, julio de 2013
martes, 16 de julio de 2013
SÓLO ME QUEDA. Por Flóbert Zapata Arias
Sólo
me queda limpiar los diccionarios y el código de derecho romano con jabón de
llamas.
Sólo
me queda la culpa como parte de la vida en vez de la culpa como la vida.
Solo
me quedan los elogios de los que valen, enterrados al lado mío para que les cambie las
flores.
Sólo
me queda el interés oculto de los que antes no mostraban ni siquiera un interés
desnudo.
Sólo
me queda la amistad pequeña de los que se creían gigantes y se estrellaron con
los enanos.
Sólo
me queda la sonrisa encendida de los falsos mártires, aquellos a quienes
mataron cuando ya estaban muertos.
Sólo
me quedan los secretos de los que no compartían nada conmigo y ahora no
comparten nada con nadie.
Sólo
me queda construir el ataúd en el que la usura siga siendo el ahorro de la
muerte.
Sólo
me quedan los que me salvaron sin saber quién me salvaría de ellos.
La Carolita, miércoles
8/may/2013
© Flóbert Zapata, julio de 2013
LA OSCURIDAD QUE NUNCA DICE ADIÓS. Por Flóbert Zapata Arias Montes Carvajal
Por
fin íbamos a hacer fotos en San Esteban. Apenas entrados, nos llamó a H. y a mí
un mulato simpático, bajo y desnutrido armado de una varita, esforzado por
aparecer decente, que ganaba para pagar los cinco mil pesos de la pieza en La
Galería organizando los floreros de los osarios, según dijo, nos aconsejó que no entráramos solos porque
atracaban e hizo de guía sin ofrecerse.
Recorrimos todo el cementerio: los antiguos panteones, el abandonado y polvoso de Bavaria desde que esta embotelladora cerró, el marmóreo amarillo de los curas, el superpoblado de los policías…
Recorrimos todo el cementerio: los antiguos panteones, el abandonado y polvoso de Bavaria desde que esta embotelladora cerró, el marmóreo amarillo de los curas, el superpoblado de los policías…
Trasmisión
de la cuidadosamente sembrada superstición: después de media noche todos los
muertos rezan, desde aquel edificio blanco que está allá ven por la noche a
alguien que camina vestido de blanco y luminoso, etc.
También
nos hizo el tour de la crónica roja.
Nos
llevó primero a un nicho alto, triste, desenfadado y sin lápida. Escrito con un
palillo o con un destornillador sobre el cemento cuando estaba fresco esto:
“Sandra Milena Arce Gómez. TQM. La Taison. Mayo 27/ 2013”. La violaron dos
sujetos y la mataron de ochenta puñaladas. “Querían matarla, ¿no? Ya cogieron a
los dos manes. ¿Qué cámara tan buena, ¿Vale mucho?”, anota el hombre de la
varita. “Ah, sí, yo leí la crónica sobre ella en el periódico”, recuerda H.
Luego
a la tumba terrestre de un chico cuyo nombre no anoté porque quedaba en la foto
y resulta que la foto salió mocha en la parte alta. Moviendo la varita lo
cuenta: “Era un jibaro, tres tiros le metieron. Tenía doce años. Un señor viene
con una botella de aguardiente, reza, llora y ya borracho jura que vengará su
muerte. El cuerpo olía a pura solución”. Sin embargo olía peor un hombre comido
de los gallinazos al que trajeron hace poco desnudo y envuelto en una carpa del
Ejército.
Decidimos
emprender la salida. Vemos de paso a tres muchachos de barrio pobre llorando
sin lágrimas frente a un nicho bajo, posiblemente a un miembro de su pandilla.
Saluda el encabezante mulato al sepulturero endomingado, que está sentado vigilante
en un banco de madera, H. repite el gesto y cuando quiero hacer lo mismo,
último en doblar la esquina, el sepulturero me indica llevándose el índice al
ojo y bajando el párpado que cuidado con el mulato, que es ladrón, y peligroso
según el énfasis. Justo en la puerta le compro una boleta de una rifa que me
había ofrecido antes, le doy los dos mil quinientos pesos, no le recibo el
papel que llenó con lapicero y nos retiramos.
A la
cuadra doy vuelta a la cabeza y veo al mulato con un compinche, seguro
lamentándose de haber aparecido tarde con presas tan buenas, “los dos llevaban
cámara y la del señor que no tiene sombrero vale dos melones”. Pero ya estábamos lejos, fuera de peligro, desconectados
de la oscuridad que nunca dice adiós.
La Carolita, junio del
2013.
© Flóbert Zapata, julio de 2013
lunes, 15 de julio de 2013
VICIO. Por Flóbert Zapata Arias Montes Carvajal
Poco a poco voy cayendo en la muerte, voy recibiéndole sus tentadores
regalos, sus oportunas invitaciones, como
poco a poco voy cayendo de nuevo en el vicio de fumar, primero dos fumaditas,
después un cigarrillo diario, el resto lo conocen los que fuman o han fumado y no son perfectos, aunque
a veces a los dos los venzo sin matarlos, en este mismo momento tienen al
frente a Bruce Lee. Morir es el vicio más difícil de dejar, el más traicionero,
el más fomentado, el más metido en el subconsciente.
La Carolita, domingo 14/julio/2013
© Flóbert Zapata, julio de 2013
domingo, 14 de julio de 2013
ENTRE MENOS EVITE PENSAR. Por Flóbert Zapata Arias Montes
(Norma, Henry, Alexánder, León, Fáber, Flóver. Ányela y Luz Helena no están en la foto, seguirían luego de mí pero no han nacido o están demasiado pequeñas)
Entre menos evite pensar en Henry y Fáber, en los
amigos, en los parientes, en mis muertes de cada día, menos sufro, porque al
evitarlos los mando al subconsciente, desde donde me atacan con toda libertad y
sin ninguna resistencia. De este almacén y con este procedimiento nacen todas
las enfermedades. Porque hoy fue la muerte de un sueño y mañana es la muerte de
otro me arrimo a esa lucidez que con palabras no se puede diferenciar de la
locura. Eso quiere decir que los locos no se enferman. Si se entiende la
palabra loco en su gran sentido, el de quien tiene la fortaleza de vivir por
fuera de todo prejuicio y no negarse a ninguna aventura mental, ni siquiera la
de la muerte, sobre todo la de la muerte, por supuesto a condición de que todas
vayan a favor de la vida. Al final me digo como si hablara de la libertad de
expresión y no de los duelos eternos: Sufro más porque callo menos pero los que
callan más sanan menos.
La Carolita, jueves 27/junio/2013
© Flóbert Zapata, julio de 2013
Y LO CONSEGUIRÁ. Por Flóbert Zapata
(Cartilla Poemas de memoria histórica para liberar la palabra de la Fundación Andrés Barbosa Vivas)
Tatik Carrión tiene que convertirse en una gran
poeta y lo conseguirá si al amor que le profesa a la creación lo traspasa la
obsesión que desfigura y rehace y si consigue renunciar a todos los malos
sueños por ella, no para quedarse sin sueños sino para tener muchos más, de los
buenos, de los genuinos y no de los imitados o impuestos.
Necesitamos que
Tatik Carrión se convierta en una gran poeta porque es muy hermosa y a
la poesía le convienen también las mujeres hermosas, los seres hermosos, aunque
todos a los que ella les toca el hombro finalmente lo son, para borrar el
prejuicio parásito de que la poesía es
el estiércol del que nacen los monstruos y demostrar que, muy al contrario, la poesía llama a los especímenes más luminosos que jamás hayan existido,
eslabones rotos e irremplazables.
¿No se sale de la realidad la belleza de Tatik
Carrión en la foto de la cartilla Poemas de memoria histórica para liberar la
palabra de Fundavivas o cambiará incluso para bien la percepción de cerca?
Descartada la tragedia por imposible me pregunto ocioso si su alma corresponde
a su cuerpo como antes me pregunté si su cuerpo se correspondía con el rostro y
no se hacía víctima de la fotogenia.
Si los optimismos se realizan, si no la vence el gaseoso
coro invitante, si huye de la bendición de los obispos de la poesía, tendremos en Tatik Carrión a una poeta grande
hasta perder la noción de los límites.
Los poetas debemos quitarnos los genitales para no
espantar a Tatik Carrión, a todas las Tatik Carrión de la tierra, de los
festivales y otros actos de poesía en los que brillan exactamente como una dulce
oscuridad en medio de la llama atroz, convertirnos en sus eunucos felices,
extasiados de servidumbre. Ya tendremos oportunidad, dentro de dos mil años,
de que la desnudez y el amor libre, vencida la neurosis provocada por la frustración,
nos permitan escuchar la voz de las poetas cuando leen sin siquiera mirarles
los labios; por ahora, aunque cueste, podemos hacer un poco de sacrificio y
fingir el resto, sabido que ninguna contención existe con mayor dolor que la de
los poetas porque pocos seres como ellos al buscar la libertad se debaten entre
la vida y la muerte o con fortuna entre la admiración mortuoria olvidadiza y el
oprobio vital memorioso.
Tatik Carrión tiene que convertirse en una poeta
tan grande como su nombre y entonces todos, poetas y no poetas, andaremos
detrás de su obra enamorados por toda la eternidad.
La Carolita, viernes
5/julio/2013
© Flóbert Zapata, julio de 2013
miércoles, 10 de julio de 2013
martes, 9 de julio de 2013
LOS HÉROES ALGO MÁS ABAJO QUE LAS RATAS. Por Flóbert Zapata Arias Montes
“Si tras dejar este valle me recuerdan y quieren
dar una satisfacción a mi alma, perdonen a un pecador y hagan un guiño a una
muchacha poco agraciada”. Epitafio de Henry Louis
Mencken
Me gustan las
orientaciones de los laicos de la literatura, es decir de los lectores, cuanto
más corrientes mejor, la otra cara de los lectores arrogantes que ocultan a
escritores frustrados, cuando no la cortesía de los censores, que salen al
tablero a decir la lección de historia patria. Víctor el carpintero del barrio
me prometió un libro que le había gustado mucho, “se llama Aceite de perro, no
me acuerdo del autor”, estamos bien de buenos títulos de libros y pobre
contenido, lo mismo que de grandes creaciones mal tituladas. O me encuentro con
un libro tonto o me encuentro con un libro genial, no hay lugar para medianías.
Pues bien, ayer de subida de la caminata diaria por la Avenida del Rio me lo
entregó, me cumplió, lo que me llenó de admiración más que de agradecimiento, aunque
luego de verme sorprendido también de un agradecimiento igual de fuerte, mi
memoria es una colección de promesas incumplidas, como supongo le sucede a
todos en la cultura de la manipulación emocional y la palabra manoseada, necesitada de medida. Oh, sorpresas, se trata de cuentos, escritos
por Ambrose Bierce, al autor de El diccionario del diablo, que en la edición de G.G. que poseo va
acompañada de un prólogo con algo de neutro, insípido, al no darle espacio a lo
personal, las cosas realmente importantes de una vida, escrita para académicos
y no para gente que se gana la vida taponando nocheros. Espero que me dé una
sorpresa parecida a la de Jack London después de leer Encender un fuego, regalo
de Hernando Motato el noble. Una vez en Bosques del Norte un andrajoso ladrón-brujo
me pidió prestado El diccionario, jeje, después de que su hijo y alumno mío
viera el diablo de visos amarillos de la carátula en mi escritorio. Leo Aceite
de perro, el cuento que da título al libro, y lo devuelvo, me propuse; esperaba
encontrar lo usual interesante de dicción obsoleta, me encontré en el centro de
una fiesta. Busqué otro corto, El viudo Turmore, de nuevo sonó el jazz extraño
y fascinante de la imaginación que no huye. Antes de ir a las otras catorce
piezas, leo el saciado prólogo, de Nicolás Suescún como la traducción para
Punto de Lectura, y me encuentro con una vida tan fascinante como sus mal
llamadas ficciones, porque nacen de la realidad reprimida, la justa y desbocada
combinación de la obsesión por la muerte, Kafkismo, Nietzschenismo y, si se
quiere, Apuleyo. Estas virtudes no se le
perdonarían a este revoltoso del periodismo, a este elitista del sarcasmo y la
ironía, en un mundo que perdona todo menos la virtud, y le pasó lo que a las
conciencias libres, lo acusaron de todo, lo difamaron, lo calumniaron, lo
descontextualizaron. De sus dos hijos muertos, él en una riña y ella de
alcoholismo, dijeron que él los había matado. Afirmaron que iba al cementerio,
sacaba cadáveres y se los comía crudos con mayonesa Fruco. Que llegaba al
orgasmo destruyendo cruces y lápidas a martillazos. ¡Qué no dijeron de Ambrose
Gwinnett Bierce! Pero se les escapó en la leyenda, se fue a
México lindo y querido al lado de Pancho Villa y desapareció como desaparece
una moneda del sueño al despertar; se especula pero nadie sabe nada de sus
últimos días, como de otros momentos o incidentes importantes, ni si pidió agua en los momentos finales o una
calavera para besarla, su otro símbolo al lado del libro en aquella famosa foto.
De él afirmó el periodista Henry Louis Mencken, un rebelde igual,
lo que sigue y basta: “Lo que más le gustaba era el espectáculo de la cobardía
y la locura humanas. Ponía al hombre, intelectualmente, en alguna parte entre
las ovejas y el ganado con cuernos y a los héroes algo más abajo que las
ratas”.
La Carolita, domingo 7/julio/2013
© Flóbert Zapata, julio de 2013
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