domingo, 14 de julio de 2013

Y LO CONSEGUIRÁ. Por Flóbert Zapata

(Cartilla Poemas de memoria histórica para liberar la palabra de la Fundación Andrés Barbosa Vivas)


Tatik Carrión tiene que convertirse en una gran poeta y lo conseguirá si al amor que le profesa a la creación lo traspasa la obsesión que desfigura y rehace y si consigue renunciar a todos los malos sueños por ella, no para quedarse sin sueños sino para tener muchos más, de los buenos, de los genuinos y no de los imitados o impuestos.

Necesitamos que  Tatik Carrión se convierta en una gran poeta porque es muy hermosa y a la poesía le convienen también las mujeres hermosas, los seres hermosos, aunque todos a los que ella les toca el hombro finalmente lo son, para borrar el prejuicio parásito de que  la poesía es el estiércol del que nacen los monstruos y demostrar que, muy al contrario,  la poesía llama a los especímenes  más luminosos que jamás hayan existido, eslabones rotos e irremplazables.

¿No se sale de la realidad la belleza de Tatik Carrión en la foto de la cartilla Poemas de memoria histórica para liberar la palabra de Fundavivas o cambiará incluso para bien la percepción de cerca? Descartada la tragedia por imposible me pregunto ocioso si su alma corresponde a su cuerpo como antes me pregunté si su cuerpo se correspondía con el rostro y no se hacía víctima de la fotogenia.

Si los optimismos se realizan, si no la vence el gaseoso coro invitante, si huye de la bendición de los obispos de la poesía,  tendremos en Tatik Carrión a una poeta grande hasta perder la noción de los límites.

Los poetas debemos quitarnos los genitales para no espantar a Tatik Carrión, a todas las Tatik Carrión de la tierra, de los festivales y otros actos de poesía en los que brillan exactamente como una dulce oscuridad en medio de la llama atroz, convertirnos en sus eunucos felices, extasiados de servidumbre. Ya tendremos oportunidad, dentro de dos mil años, de que la desnudez y el amor libre, vencida la neurosis provocada por la frustración, nos permitan escuchar la voz de las poetas cuando leen sin siquiera mirarles los labios; por ahora, aunque cueste, podemos hacer un poco de sacrificio y fingir el resto, sabido que ninguna contención existe con mayor dolor que la de los poetas porque pocos seres como ellos al buscar la libertad se debaten entre la vida y la muerte o con fortuna entre la admiración mortuoria olvidadiza y el oprobio vital memorioso.

Tatik Carrión tiene que convertirse en una poeta tan grande como su nombre y entonces todos, poetas y no poetas, andaremos detrás de su obra enamorados por toda la eternidad.

La Carolita, viernes 5/julio/2013

 

© Flóbert Zapata, julio de 2013