lunes, 1 de julio de 2013

MALDICIÓN DE LA MADRE CONTROLADORA AL HIJO AUTODEPENDIENTE. Por Flóbert Zapata


Te maldigo porque no seguiste mi religión.

Te maldigo porque me miras de frente, sostienes la mirada y no agachas la cabeza como un paria ante un brahmán.

Te maldigo porque preferiste la cárcel a ir a la guerra.

Te maldigo porque cantas a la hora de llorar.

Te maldigo porque hiciste de tu vida un ataúd psicodélico.

Te maldigo porque olvidaste maldecir.

Te maldigo porque en vez de buscar dinero buscas sabiduría.

Te maldigo porque aprendiste a vivir como una gota de lodo, una flor de loto o una nube.

Te maldigo porque me niegas las heridas del martirio.

Te maldigo porque me sanas las heridas imaginarias, a mí que sin odio no sentí la vida, me arrancas del pasado y del futuro y me dejas en la mitad del amor.

San Antonio de Prado, Medellín. 18 a 26 de mayo, 2013.

 

© Flóbert Zapata, julio de 2013