martes, 16 de octubre de 2012

EL BUEY. Por Flóbert Zapata Arias

(Escultura en madera. Centro Comercial Parque Caldas)

Mi vida es un buey con heridas de nacimiento, a las que sobrellevo con los antibióticos de la poesía.

Mi vida es un buey con pesados fardos, que me doblan el alma, que ignoro por qué cargo.

Mi vida es un buey que huye cuando puede y camina hacia atrás para despistar a sus jefes.

Mi vida es un buen a cuyos intentos de comunicarse con bramidos los llaman perversión.

Mi vida es un buey dócil que cuando le cortan el breve descanso insuficiente se encabrita y cocea iracundo.

Mi vida es un buey al que inadecuados pH y color, debidos al estrés severo,  hacen su desnaturalizada carne no apta para consumo humano pero apetitosa para el águila harpía.

Mi vida es un buey al que le enseñan a comer carne de buey.

Mi vida es un buen que no se queja del yugo y cuando menos piensa se desploma y muere.

 

La Carolita, lunes 1 de octubre del 2012.

©Flóbert Zapata Arias, ocutubre del 2012