viernes, 10 de agosto de 2012

PENA DIVINA. Por Flóbert Zapata Arias

(FLÓBERT ZAPATA ARIAS)

QUÉ PENA
Café Salud. No le iban a dar a N. todos los exámenes que le habían mandado. La encargada se hacía la sonsa, para eso le pagan, para que le ahorre al dueño y crezcan sus ganancias. Para la ecografía tenía que viajar a Chinchiná, para los exámenes de sangre a Pereira. Qué atomización. Qué Sistema. Ah, sí, por aquí dice que hay que hacerle otros exámenes, qué pena. Porque N., enfermera superior, ha trabajado en lo mismo y sabe, no la engañaron, al paciente ignaro lo enredan, le mienten, le roban, lo enferman más, lo matan. En ese mismo momento “a una viejita que venía desde Marquetalia a un examen la iban a mandar para Pereira”. También el sistema de salud está hecho para producir infelicidad. En el caso de N. nada habría de raro si habláramos de una gripa no grave pero hablamos de una embarazada.

TAN DIVINA
PREPAGADA. De los estratos 5, 6 y 7, los ricos. Les mandan médico a la casa. Reciben atención preferencial. Les corren. Buenos días, siéntese, ¿Qué más?, ¿cómo sigue el perrito?, ¿desea una aromática?, ¡Tan divina! 
CONTRIBUTIVO. De los estratos 3 y 4, lo que llaman clase media: todo tipo de empleados. Ahí, medio normal, que sí, que no, tutela indispensable para lo complicado. Cosmitet mandaba a los maestros a Cali y se morían en el camino, lo llaman el paseo de la muerte.
SUBSDIDIADO. De los estratos 1 y 2. Administran el POS, Plan Obligatorio de Salud, con dineros del Estado. “Toda la plata se la roban”, dice C. Niegan los tratamientos, llueven las tutelas. Pacientes crónicos se mueren esperando un medicamento. Una señora con cáncer lleva seis meses luchando para que le aprueben el tratamiento.
©Flóbert Zapata Arias, agosto del 2012