sábado, 9 de febrero de 2013

POESÍA PURA INCOMPLETA. Por Flóbert Zapata Arias

Hablando de poetas puros, una cosa es el poeta puro que habla y otra muy distinta el poeta puro que no habla porque deja que hable su poesía que, como se sabe,  tampoco muestra interés en hablar. El poeta que en los poemas no muestra su realidad y su mundo se equilibra cuando le jala a la glosa pensante, el artículo de opinión, la confesión sincera, la narrativa que sacude, etc. Ahí tenemos al poeta completo. Por lo que voy a a agregarle a la historia una nueva definición, la de poesía pura incompleta: Aquella que deja que los demás hablen por ella. “Los demás”, en este caso, engloba a los interpretadores, los críticos, los profesores. El problema se complica si los que hablan por ella son igualmente puros o más, “los estetas de profesión (Franz Mehring)”, lo que duplicará la pureza de la obra, su mudez respecto a lo profano y vulgar y su alejamiento del lector común, a lo que no aspira. Con frecuencia vemos libros puros que  tienen que salvarse de esos purísimos o suprapuros ecos, que dominan la crítica como las nubes dominan el cielo.
 
La Carolita, viernes 8/feb/2013
© Flóbert Zapata, febrero de 2013