domingo, 10 de febrero de 2013

LA LÁMPARA. Por Flóbert Zapata Arias


Agaché la media cabeza hueca de la lámpara por diplomacia con los vecinos, aceptación de entregar Alsacia y Lorena con la esperanza de que un día no le pertenecerán a nadie, bloqueo a sombras de sexo y desnudez a través de las persianas  sintéticas traslúcidas. Así se quedó, sumisa, mucho tiempo después de que pasaran las urgencias liberadoras. Entonces la levanté compadecido, supo de espíritus manumisos, gallarda, luminosa de páginas de libro y no de páginas represivas. La sumisión me produce tristeza, aun en las cosas artificiales. Todo objeto  vencido, de reverencia constreñida al trono, me despierta el mismo malestar que las personas sumisas, que su voluntad entregada a otros por la fuerza, que el retorcimiento de sus mentes como baratos y masivos brazos plegables de plástico.

La Carolita, domingo 10/feb/2013
© Flóbert Zapata, febrero de 2013