martes, 23 de abril de 2013

HAIKÚS. Por Flóbert Zapata

(Zona rural, Neira)


Siempre me gustó el poema brevísimo. Soñé con el haikú silabeado 5-7-5 de rima asonante, aunque algunos soporten consonancia, tan próxima, superiores al esfuerzo, rebeldes. Aquí esta muestra mientras recojo otros dispersos e/o inacabados. Aquel escrito anoche, lo confieso, el resto esperando lustros, el de la remolacha resuelto en Neira el fin de semana durante el Encuentro de poetas del Gran Caldas. Cadena de escritura-reescritura, final fatiga, hora de la entrega. Haikú, lo que está listo para ser olvidado y se recuerda, lo que está listo para crecer y se detiene, bonsái sin que le corten las raíces, arbustos desnudos o cerezos florecidos, lo mismo cantan. Agradezco a César Durán Vanegas, que en su interés por conocerlos me animó a desempolvarlos. Sesenta y dos que esperan el número cien. El último nos dice que el haikú también tiene derecho a reír. Me lo inspiró esto de Fernando González que leí hoy en el muro de facebook de John Jairo Guzmán Abella y que consiguió varios Compartir y por todos lados muchos Me gusta: “Nacen para estudiar, estudian para conseguir trabajo, trabajan para casarse, se casan para tener hijos y tienen hijos para morirse. Están muertos desde el principio”.

   1

LÁZARO

Ya lo iluminan

las lámparas del bar

y resucita. 


2

Enredadera:

divinidad perdida

de la escalera


3

Los que copulan

están podando el césped

de la cintura.


4

El porvenir:

aquello que de insecto

persiste en mí.


5

No tengas miedo:

al frío del cadáver

no le entra el fuego.


6

Beso: caníbal

vestido de manzana

que cierra heridas.


7

Son las cavernas

reductos cimarrones

de las tinieblas.


8

Espantapájaros:

al fin de la cosecha

crucificado.


9

Mismo principio 

le da la vida al oro

y al asesino.


10

Qué fuerte crece

la flor de los mendigos

bajo los puentes.


11

La verdad ves:

cuchillo en la solapa

bajo un clavel.


12

Nada amedrenta

al cable el esqueleto  

de la cometa.


13

Los rascacielos:

flores que sudan sangre

de matadero.


14

La patria: heridos

dormimos en las camas

de los caídos.


15

En el burdel

cada treinta minutos

cambias de piel.


16

Algo gruñó

cuando estaba escuchando

a la razón.


17

Ruge una hoguera

cuando estás descubriendo

la vida nueva.


18

Baja descalza

la luna para entrar

a tu mirada.


19

Ni la serpiente

ni el oro son culpables

sino la gente.


20

Una manzana

es el mundo y su eje

filosa espada. 


21

Ingresa el sol

también a la mirada

del perdedor.


22

Escarabajo

me empuja el corazón

y yo era mago.


23

Al pie del árbol

de las humillaciones

copula el canto.


24

Mías las huellas

del ciego al caminar

sobre la arena.


25

Desesperanza:

tuercas de carne y hueso

para la máquina.


26

No pide arena

para hacerse reloj

la calavera.


27

Pesca la muerte

y están en su mirada

todos los peces.


28

¿Lloran los pájaros

o son las calaveras

que van silbando?


29

Y nada es tuyo, 

o es todo tuyo al fin,

salvo el sepulcro.


30

Por intervalos

el ahorcado es verde

y el árbol blanco.


31

Porque gotea

la lluvia no es la lluvia,

porque se queda.


32

Sólo das muerto 

un poco de esa risa

que pide el médico.


33

Era la pira

o el blanco cementerio,

hoy es la clínica


34

Huelen las fieras

la sangre de la luna  

y se apacientan.


35

Ir y venir,

conoce bien el mar

todo de ti.


36

Melancolía:

reflejada en la charca

toda mi vida


37

Realidad:

la lluvia nos sorprende,

luego se va.


38

Entra al cerebro

el sonido del agua

y enciende un fuego.


39

No habla el árbol

ni espera que el ahorcado

le diga algo.


40

Hijo de nadie,

el haikú va muriendo

tan pronto nace.


41

A meditar: 

gotas sobre la charca,  

tú una más.


42

Basho en él duerme:

observa al viejo estanque

no lo despiertes.


43

No existen ya

el estanque ni Basho

ni morirán.


44

El sol calienta

el cuerpo del ahorcado

y no lo mueve.


45

El hombre, breve,

junta, para quemarse,

estupideces.


46

Damos un beso,

maldecimos el mundo

y fallecemos.


47

Dice la muerta:

imposible morir

con un poeta.


48

Frente a una tumba

reza inmóvil la anciana:

las dos son una.


49

SIN ATAÚD

Bajo la tierra

el desaparecido

se hace madera.


50

Pide panela

el desaparecido

y le dan tierra.


51

CON LA CHICA DE DOCE DÓLARES

Fugaces lunas

que por más que se rozan

nunca se juntan.


52

Putica y rosa:

por más que las alejan

nunca se odian.


53

Grano distinto

que sueña hacerse pan

para el mendigo.


54

¿Te dan medalla, 

viejo, en el  homenaje,

o te dan lápida?


55

EL ATAÚD

—¿Qué es lo que da

que lo promueven tanto?

—La vanidad


56

−¿Qué es el Sur? 

−En tierra de hombres muertos

el ataúd.


57

La sombra era

pero antes de morir

estaba muerta.


58

El ahorcado

pintado en el papel

es más amargo.


59

JUGO DE REMOLACHA

Oriné sangre.

Feliz de ser mujer

por un instante.


60

Dice la llama:

lo mismo muero y vivo

que si me apaga.


61

Recoger hojas,

costumbre del otoño,
te las arroja.


62

Al matrimonio

le ponen cuatro velas
y es un velorio.

© Flóbert Zapata, abril de 2013