lunes, 23 de diciembre de 2013
Desde Sopinga. Por Flóbert Zapata
(Bernardo Arias Trujillo)
Dos tipos
de mujer hay
en esta
vida espantosa,
la que se
muere de celos
y la que
a todos se goza.
A la
blanca de amor libre
le dan
una tumba hermosa
y a la
negra en negras nalgas
le pegan
con pringamosa.
*
La que
ahora anda desnuda
llevará
mañana manto,
gloria al
Padre, gloria al Hijo
y gloria
al Espíritu Santo.
*
No traman
al negro curas
y los
tuvo que aceptar,
que Dios
lo saque de penas
y lo
lleve a descansar.
*
Cielo no
rima con selva,
menos río
con Sopinga
pero
cielo, selva y río,
tienen
alma de mandinga.
Yo
buscaba una palabra
que
rimara con Sopinga,
no
encontraba y no encontraba
hasta que
encontré mandinga.
*
¡Qué
nombre feo Sopinga!,
dijo el
blanco autoritario,
te
llamarás La Virginia
y te
encimo el campanario.
*
El blanco
a la mujer blanca
le canta
con violonchelo,
con el
tambor dice el negro
lo que
quiere a su Canchelo.
*
No
celebro al negro malo
ni al
blanco malo celebro,
yo que
tengo la piel blanca
y el
corazón tengo negro.
*
En el
fondo de mi alma
un negro
y un indio llevo,
sueña el
negro su Mandela
y sueña
el indio su Evo.
La Carolita, viernes 20/dic/2013
©
Flóbert Zapata, diciembre de 2013
Crema de remolacha. Por Flóbert Zapata
Miércoles 18/dic/2013
12.55 p.m. Almorzando en Manimez, no se pudo donde doña Luz Dary, sitio
elegido hoy porque el almuerzo de ayer arrancó elogios. Le pegaron un tiro en
la cabeza a un hermano en el Tolima y viajó.
-¿El tiro se lo pegaron en Ibagué?
−En Planadas. En Ibagué no le pudieron hacer nada y se lo llevaron para
Bogotá. Tiene una bala en el cerebro y es más peligroso que se la saquen a que
se la dejen, hay que esperar a ver cómo reacciona cuando despierte.
La crema de remolacha es de un rojo sangre. Me siento en el restaurante
Drácula. Quitamos del plato cuadrado este herido y los otros y los muertos, ah,
fiel gatillo fácil, y empezamos a comer.
El paraíso es bello
mas lleva esta certeza:
cuidado con los rectos,
te meten una bala en la cabeza.
Hay negros, blancos, altos y bajos,
algún discreto, algún estrafalario,
todos son santos
y todos tienen ansias de sicario.
Ves gente espléndida,
ves genta avara,
le pertenece a otros,
no es dueño de sí mismo quien dispara.
El asesino mata por muchas razones pero entre todas las razones de todos
los asesinos hay una razón de fondo: el asesino mata porque quiere hacerse
propietario de una vida. Nadie le podrá quitar su asesinado, su propiedad
privada, ni aun después de muerto.
¿Posees muchas cosas?,
eso no es nada,
colecciona cadáveres:
sabrás lo que es la propiedad privada.
La Carolita, lunes
23/dic/2013
© Flóbert Zapata, diciembre de 2013
viernes, 20 de diciembre de 2013
MUSA 39 Y ÉLMER. Por Flóbert Zapata
Rueda Musa Levis de nuevo, reclama tu
ejemplar gratuito en la nueva editorial, calle 18 No 16-30, Manizales, a un
costado del antiguo terminal. Van fragmentos de lo que verás.
*
Diana Andrea González Llano (Guacarí,
Valle, y Riosucio, Caldas)
“hablar
griego
comer
erizo
dormir
parada
besar
un ángel
decirte
adiós”
*
Mauricio Garay Quiñones (Puerto Libertador, Córdoba)
“Enfermo y enjaulado entre vitrinas y asfalto
el poeta delira roídas ausencias de lunas y
fallidos itinerarios nocturnos”
fallidos itinerarios nocturnos”
*
León Gil (Venecia,
Antioquia)
“Zopilote
caradura y solitario
enséñame
a vivir de la inmundicia
y ser rey de las alturas”
*
Jorge
Eliécer Zapata Bonilla (Supía,
Caldas)
“La trenza sobre el hombro
el uniforme a cuadros
guardando las primicias
de una sonrisa tímida”
*
Luis Aníbal Grajales (Filadelfia,
Caldas)
“Gesto
vago del olvido
que
mutila mis sentidos
gesto
vago y no querido
pero sé
que te he perdido”
*
Melba Inés Ospina Martínez (Filandia,
Quindío)
“se le
extingue la luz de la esperanza
y se
le apaga la vida
aguardando
el regreso del hijo
que la
violencia le robó”
*
Ilustraciones:
Uberto Gómez (Montería)
“A RICAURTE CUARTAS
Ayer
regresaste a dormir
entre
las piedras simples.
El
viento helado,
la
garra siniestra,
se
llevó tu risa.
Era
fácil decidir
sobre
tu muerte,
porque
sólo eras un maestro,
simple
y sencillo;
bastó
una orden oscura
para
que una bala
cayera
sobre tu estatura.
Un
maestro pobre,
como tus
alumnos, pobres.
Elemental
y sencillo
como
la piedra.
Yo que
comparto como tú
la
alegría de de ser
un
maestro de escuela,
recojo
tu bandera
cargada
de futuro
y
traslado tus lecciones claras
a mis
alumnos sencillos.”
La Carolita, viernes 20/dic/2013
© Flóbert Zapata, diciembre de 2013
domingo, 15 de diciembre de 2013
Como un dios conservador. Por Flóbert Zapata
(El Bolívar de Rodrigo Arenas Betancur en Manizales)
Fabián X., gigantón musculado de gimnasio, amigo de mi hijo, dice: “Uy,
qué miedo vivir en Bogotá”. Esto resume la imagen que de la capital meten RCN y
Caracol en el cerebro de la gente en Manizales y Caldas, lo que conozco, donde
Une no programa Canal Capital y nos deja sin acceso al otro lado de la moneda.
Hay tres cosas que debe saber el que no las sabe.
Primera. Los medios de comunicación tienen dueño y ese dueño dice en
ellos lo que cree, lo que le gusta y lo que le conviene. Se trata de una
opinión pero, a falta de otra u otras, la gente la acepta como verdad porque
sale del cielo fascinante de la pantalla hipnótica. Y porque se lo repiten y se
lo repiten, y una mentira repetida mucho se convierte en verdad como una verdad
no repetida se convierte en mentira.
Segunda. Los gobernantes se dividen en dos: los que trabajan para los
pobres y los que no trabajan para los pobres.
Tercera. Los medios de comunicación colombianos, con excepciones pocas, le
ponen palos en la rueda a los gobernantes que trabajan para los pobres.
Que a Gustavo Petro lo ataquen los medios poderosos de la manera
descarada como lo atacan, ocultando sus grandes realizaciones y magnificando
cualquier levedad, demuestra que pertenece al grupo de los gobernantes que
trabajan para los pobres. Los dos hijos de Álvaro Uribe Vélez le armaron el
complot de las basuras, recogió las firmas contra él un nieto de Álvaro Gómez
Hurtado.
Ahora un funcionario parcializado, politiquero, sin escrúpulos, fanático,
como Alejandro Ordóñez, destituye a Petro, al compasivo Petro (les puso sueldo
a los recicladores, les regala el agua a los estratos uno y dos, invierte mucho
en salud, educación y cultura, etc.).
Lo destituye por maldad, lo destituye porque quiere, porque le cae mal,
porque no tolera su pensamiento distinto. Lo destituye sin causa real. Lo
destituye metafísicamente. La metafísica se tomó a Colombia. Lo destituye
ilegalmente, injustamente, absurdamente, inconstitucionalmente, contra todo
sentido común, contra toda lógica, contra toda justicia, contra toda humanidad,
contra toda civilización, contra todo derecho, contra todo pacto social, contra
todo tratado, contra toda esperanza. Lo destituye como un dios conservador.
La Carolita, miércoles 11/dic/2013
© Flóbert Zapata, diciembre de 2013
sábado, 14 de diciembre de 2013
Miedo colombiano. Por Flóbert Zapata
(Obra de Edmundo Faccini)
Es mejor
morir
que vivir
callado,
no existen
los mártires,
sólo los
cansados.
Hablamos
serenos,
porque
todo duele
nada nos
importa
y hasta se
agradece.
Viene
la mentira
a
cobrarnos multas,
ya
la conocíamos,
esconde
sus úlceras.
Muestra
la violencia
su
yo metafísico,
no
existen los vivos,
sólo
los vencidos.
La
Carolita, jueves 11/dic/2013
©
Flóbert Zapata, diciembre de 2013
jueves, 5 de diciembre de 2013
Desde el corazón oscurecido. Por Flóbert Zapata
Lo
cuento corto porque no tengo tiempo y ustedes tampoco. A las Lecturas Urgentes
de poesía del sábado 30, en el tercer piso de Torre al Cielo, vinieron poetas
de Buga, Armenia y Bogotá. Los de Buga y Armenia mis compatriotas en la vejez, caseros, amallugados
por el frío, de recogida temprano, y los de Bogotá jóvenes, rumberos,
libertinos, borrachos como yo y como la mayoría a su edad. Querían irse a la Calle
del Tango, sugerí que no, que se buscaran la Zona Rosa, todos sabemos que al
centro por la noche se lo toman los desarraigados y el hampa menor. Al fin, acompañados
por queridos anfitriones, buscaron Sorrento, a una cuadra del hostal donde
dormirían. Pero no durmieron, apenas cerraron Sorrento la siguieron en el
parque Caldas. Cerca del amanecer se les acercó un hombre y les pidió que le
leyeran un poema a su novia, que ya venía con ella. Lo vieron irse y hablar de
paso con otros, entonces pensaron: nos van a atracar. Mas el hombre se
apareció con su novia y le leyeron no uno sino varios poemas. Otro hombre les
había pedido un libro, que le gustaba leer poesía pero que no tenía plata para
comprarla. Una vez hace poco, durante una caminata vi un cuadro hermoso en La
Carola, un astroso y tiznado reciclador se encontró una revista de Condorito y
se puso a leerla sentado en su fardo. A la gente le gusta la poesía, hace parte
de sus genes, como yin-yang de la cultura. Los lugareños se sienten orgullosos
de sus poetas, aun los que los detestan, los necesitan para comprobar que no
están perdidos del todo, que todavía hay quienes salen con sus antorchas desde el corazón oscurecido.
La Carolita, jueves 5/dic/2013
© Flóbert Zapata, diciembre de 2013
miércoles, 4 de diciembre de 2013
El megáfono. Por Flóbert Zapata
(Cuadro de la chilena Cecilia Vicuña,
propiedad de Harold Alvarado Tenorio)
Lévela, llévela, tres por mil, lleve
la mandarina justa, llévela, llévela, aproveche la promoción, estamos de
remate, lleve la mandarina, llévela.
Si cuatro sitibundos caminan por el
desierto y uno de ellos encuentra una mandarina justa, se la come solo y no le da
a los otros se envenena.
Lévela, llévela, tres por mil, lleve
la mandarina sabia, llévela, llévela, aproveche la promoción, estamos de
remate, lleve la mandarina, llévela.
Si comparte equitativamente la
mandarina con los otros tres sitibundos, no sólo no se envenena sino que con la
gratitud se embellece su corazón como una mata eternamente silvestre.
Lévela, llévela, tres por mil, lleve
la mandarina humana, llévela, llévela, aproveche la promoción, estamos de
remate, lleve la mandarina jugosa, llévela.
Lleve la mandarina inteligente, sus
moléculas detectan el egoísmo y segregan veneno para combatirlo como los
anticuerpos atacan la infección.
Lévela, llévela, tres por mil, lleve
la mandarina dulce, llévela, llévela, aproveche la promoción, estamos de remate,
lleve la mandarina amorosa, llévela.
Lleve la mandarina rebelde, la que castiga
con la muerte al que se sacia mientras el prójimo tiene hambre.
Lévela, llévela, tres por mil, lleve
la mandarina feliz, llévela, llévela, aproveche la promoción, estamos de
remate, lleve la mandarina rozagante, llévela.
Hipócrates dijo: “que tu alimento sea
tu medicina”, la mandarina dice: Que la compasión sea tu alimento.
Lévela, llévela, tres por mil, lleve
la mandarina limpia de sadismo, llévela, llévela, aproveche la promoción,
estamos de remate, lleve la mandarina fresca, llévela.
Lleve la mandarina despojada de
rituales, lleve la mandarina colmada de realidad, lleve la mandarina sin más ropajes
que su cáscara.
Llévela, llévela, tres por mil, lleve
la mandarina pacifista, llévela, llévela, aproveche la promoción, estamos de
remate, lleve la mandarina, llévela.
La Carolita, miércoles 04/dic/2013
© Flóbert Zapata, diciembre de 2013
El paraíso arruinado de la vida. Por Flóbert Zapata
(Obra de Marta Cecilia López Barrera, expuesta en la Biblioteca Ramón Correa Mejía de Pereira)
Escribe Rabindranat Tagore en La religión del hombre, Biblioteca de la
sabiduría Oriental (ISBN84-473-2339-0): “El espíritu malo se regocija y el
paraíso se pierde cuando Sati, el espíritu de Sat (la realidad) se separa de
Siva, el espíritu de la bondad”. En buen romance esto expresa que la fe se
corrompe cuando se dedica a los rituales y olvida la ética o moralidad, la
acción sobre los problemas cotidianos del mundo. En este ensayo titulado El
profeta Tagore exalta al persa Zoroastro o Zaratustra por su condición de
reformador, al humanizar la fe, al volverla al principio, ponerla al servicio de la transformación social, que traerá por resultado la
armonización de la mente individual con la Gran Mente o alma del universo, la
creadora increada, en un principio anidada en el sol o el cielo y luego en divinidades
representativas. La esencia de esta gran Mente Total, el ideal de esta Mente, siempre
significaron naturaleza y razón, con sus demonios personificados, la maldad y la locura que se oponen a la paz
y la hermandad entre todos los hombres: “¡Oh, vosotros los que anheláis aliaros
con la Buena Mente, sed amigos de la verdad; vosotros los que anheláis sostener
la Santa Causa, deponed toda cólera y toda violencia, despojaos de toda mala
voluntad y discordia! ¡A esos hombres benévolos, oh Mazda, los llevaré yo a la
Morada de los Cantos!”. La Morada de los
Cantos o Morada de la sabiduría resumida en su libro fundamental, el Avesta,
manual de Recto Orden, Buena Mente y Piedad: “”Oh, justicia, dignaos conceder a
nuestros discípulos alegría, dicha pacífica al hogar y la felicidad tranquila
en vez de la temible desolación que sufren”, “Dígnate concederme tierras que
posea con justicia, con justicia, sí, y libremente”.
(El Avesta o Cantos de Zaratustra)
Un proceso semejante sufre la poesía cuando el poeta la aleja de la
realidad para sumergirse en el ritual de la imagen, cuando la imagen se
convierte en un fin en sí mismo que batalla contra la realidad con la ilusión
de desaparecerla. Sin mencionar dioses y demonios, alguna de esta poesía llega así
a extremos de religión mesiánica: “Zarathustra fue el primer profeta que
emancipó a la religión de la mezquindad del Dios de tribu, del Dios de un
pueblo elegido, y la consagró al Hombre”. El ensimismamiento en la imagen por
la imagen, el No decir, llega a conseguir que la representación cree otra
realidad paralela, opuesta, una realidad que se declara única, una realidad
ritual insensible que niega la realidad real del dolor. Entonces podemos pensar
que el demonio de la imagen triunfa sobre la bondad de la poesía y la somete a
la oscuridad y la muerte. Esta forma de destrucción y de autodestrucción se
corresponde con su opuesta, la realidad que niega toda representación, la
efectividad de la imagen y su belleza, el
Decir sin ideal, sin la conciencia de la unidad con el universo y en el
universo, las palabras del canto como un ambicioso trozo de materia más. El poeta-Zaratustra hoy acoge la palabra justicia, divina en
sí misma, contigua, y no don procedente de un parnaso lejano e inaccesible,
aplica la esperanza al paraíso arruinado de la vida.
La Carolita, miércoles 04/dic/2013
© Flóbert Zapata, diciembre de 2013
lunes, 2 de diciembre de 2013
Poquito. Por Flóbert Zapata
(Vitrina de una óptica, Manizales)
Uno
comienza muriendo poquito
y le
va gustando,
consume
más muerte,
sin
darse cuenta
está
consumiendo mucha,
y el
cuerpo pide más, más,
porque
sólo así siente la vida,
porque
sólo así soporta
la
violencia del mundo,
pavorosa
y bella dignidad
de
matarse uno mismo.
Uno
comienza muriendo poquito y le va gustando, consume más muerte, sin darse
cuenta está consumiendo mucha, y el cuerpo pide más, más, porque sólo así siente
la vida, porque sólo así soporta la violencia del mundo, pavorosa y bella
dignidad de matarse uno mismo.
La Carolita, lunes 02/dic/2013
© Flóbert Zapata, diciembre de 2013
El soberbio. Por Flóbert Zapata Arias
(Mural por el sector de la Plaza de Toros, Manizales)
El soberbio
predica contra la soberbia, utiliza el
arma retórica de ocultar la identidad de los supuestos soberbios que señala,
sus faltas y las víctimas, cabalga en la abstracción, con lo que deja ver que
llama soberbios a los que no lo son, que le rinde culto a los verdaderos
soberbios, que se rinde culto a sí mismo.
La Carolita, lunes 02/dic/2013
© Flóbert Zapata, diciembre de 2013
Ven Canal Capital. Por Flóbert Zapata
(Mural por la Plaza de Toros, Manizales)
Entré
anoche a Canal Capital por internet y en una hora me conmovió, me hizo
admirarlo, comprende a los que sueñan
con un país en paz social, el que no rompe el espejo donde se miran los errores.
Es verdad: “Canal Capital, televisión más humana”. En una campaña sobre el uso
del condón: “Gózatelo seguro, seguro te lo gozas”. ¡Un canalote, un señor
canal, un canal comprometido con la compasión, que expresa el dolor real, el
dolor de la gente común, el dolor que ya no cabe en el recipiente! No he
sentido lo mismo en la televisión caldense de Telecafé. Veré lo de Quindío y Risaralda. A propósito,
por “políticas internas de la empresa”, como me respondieron por teléfono, Une-Manizales
excluye a Canal Capital de su programación de señal por cable.
*
(Derecho
de Petición)
Señores
Ministerio
de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones
Apreciados
señores.
Por
ley las empresas de televisión por cable deben programar los canales
colombianos. Pero a veces no lo hacen, aquí en Manizales Une excluye a Canal
Capital de su programación. ¿Pueden hacer algo al respecto?
Cordialmente,
Flóbert Zapata
La Carolita, lunes 02/dic/2013
© Flóbert Zapata, diciembre de 2013
viernes, 29 de noviembre de 2013
El tonto maestro de colegio y la alumna tonta. Por Flóbert Zapata
Dedicado a Carlos Alberto
Castrillón
Me gustaba con el cabello
largo, lo lleva corto.
Me gustaba con la nariz
aguileña, se la hizo corregir.
Le gustaba de cabello
negro, tengo canas.
Le gustaba convencional, me
volví casi hippie.
Tenemos dos hijos adultos,
ya no tenemos fuerzas para
abandonarnos.
Evitando enloquecer, cada
tanto hago algo que la enoja;
cada tanto hace lo que más
me enoja:
humillarme sexualmente.
Cuando ya he olvidado la
forma de sus nalgas
llega como quien se ha
tornado pacífico para siempre,
gata que me soba las
pantorrillas.
Me entrega de nuevo su cuerpo
para que no me vaya,
acepto de nuevo su cuerpo
mientras me voy.
No me importa su humildad,
aparente porque la conozco;
no le importa mi cinismo
porque no me reconoce.
Así volvemos otra vez al
principio:
el tonto maestro de colegio
que se enamora de la alumna tonta.
Me gustaba con el cabello largo, lo lleva corto. Me
gustaba con la nariz aguileña, se la hizo corregir. Le gustaba de cabello
negro, tengo canas. Le gustaba convencional, me volví casi hippie. Tenemos dos
hijos adultos, ya no tenemos fuerzas para abandonarnos. Evitando enloquecer,
cada tanto hago algo que la enoja; cada tanto hace lo que más me enoja:
humillarme sexualmente. Cuando ya he olvidado la forma de sus nalgas llega como
quien se ha tornado pacífico para siempre,
gata que me soba las pantorrillas. Me entrega de nuevo su cuerpo para
que no me vaya, acepto de nuevo su cuerpo mientras me voy. No me importa su
humildad, aparente porque la conozco; no le importa mi cinismo porque no me
reconoce. Así volvemos otra vez al principio: el tonto maestro de colegio que
se enamora de la alumna tonta.
Montería, miércoles
4/noviembre/2013
© Flóbert Zapata, noviembre de 2013
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