lunes, 23 de diciembre de 2013

Crema de remolacha. Por Flóbert Zapata

Miércoles 18/dic/2013
12.55 p.m. Almorzando en Manimez, no se pudo donde doña Luz Dary, sitio elegido hoy porque el almuerzo de ayer arrancó elogios. Le pegaron un tiro en la cabeza a un hermano en el Tolima y viajó.
-¿El tiro se lo pegaron en Ibagué?
−En Planadas. En Ibagué no le pudieron hacer nada y se lo llevaron para Bogotá. Tiene una bala en el cerebro y es más peligroso que se la saquen a que se la dejen, hay que esperar a ver cómo reacciona cuando despierte.
La crema de remolacha es de un rojo sangre. Me siento en el restaurante Drácula. Quitamos del plato cuadrado este herido y los otros y los muertos, ah, fiel gatillo fácil, y empezamos a comer.
 
El paraíso es bello
mas lleva esta certeza:
cuidado con los rectos,
te meten una bala en la cabeza.  
 
Hay negros, blancos, altos y bajos,
algún discreto, algún estrafalario,
todos son santos
y todos tienen ansias de sicario.
 
Ves gente espléndida,
ves genta avara,
le pertenece a otros,
no es dueño de sí mismo quien dispara.
 
El asesino mata por muchas razones pero entre todas las razones de todos los asesinos hay una razón de fondo: el asesino mata porque quiere hacerse propietario de una vida. Nadie le podrá quitar su asesinado, su propiedad privada, ni aun después de muerto.
 
¿Posees muchas cosas?,
eso no es nada,
colecciona cadáveres:
sabrás lo que es la propiedad privada.
 
La Carolita, lunes 23/dic/2013
 
 
© Flóbert Zapata, diciembre de 2013