martes, 20 de mayo de 2014

Escribiendo poemas en los muros. Por Flóbert Zapata

(Foto: Ibagué)

-En la feria de la literatura vale más el abrazo de un lector que la reseña de un crítico. Pero existe una dinámica exterior a la feria, en la que las reseñas tienen el calor del abrazo. O la fuerza de la pedrada justa y no rabiosa que nos despierte sin dañarnos.
-A Mario Vargas Llosa cuando habla de literatura hay que entenderlo al derecho y cuando habla de política hay que entenderlo al revés.
-Hay que leer a Vargas Vila, para saborear el arte del insulto y para comprender que él insultó por nosotros todo lo que tenemos que insultar. 
-Todos los poetas pasamos por la fantasía de creernos poetas sin serlo, sin reclamar que no nos atiendan los transeúntes, conformes con que sólo nos atiendan en auditorios otros que pasan, pasaron o pasarán por fantasías semejantes. Algún día esa impostura explota y hace que se intercambien nuestra obra y nuestra biografía. Si no ocurre, resígnate a un destino de envidia, rencor y ceguera frente a la calidad de tus contemporáneos. ¡Cómo si a ellos les dolieran tus galones de teniente!, ¡cómo si no les bastara con la bacanería de los amigos!
-No se escribe poesía cuando se siente dolor o miedo. Se escribe poesía cuando se descubre que siempre hemos vivido con dolor y miedo.
-(Homenaje a García Márquez). Escritor que no persigan no lo persigue la grandeza. La intensidad de la persecución define la intensidad de la obra. Al perseguido y pequeño alguna grandeza le esconden.  
-Poeta bueno, o que ha llegado a algún lugar, es el que no le tiembla la mano que sostiene la hoja o el libro en que lee. Sospechosa la bondad de aquel al que nunca le tembló la mano, pocas veces sospechosa de haber nacido grande.
-Brillante el discurso de Petro en la inauguración de la Feria del Libro de Bogotá.
-Todo queda vago y bello, es la poesía del no-decir. Siempre se realiza porque no existe un lenguaje totalmente claro, además de que la imaginación de cada uno altera esa claridad, de que el propio autor quiere precisar esa claridad cada vez. La más esforzada claridad, como el día, deslumbra mientras atardece.
-En la poesía colombiana hay dos grandezas, la grandeza de los poetas conocidos y la grandeza de los poetas desconocidos. Un gran poeta desconocido es Luis Fernando Moncada Ospina, va uno de sus poemas (gracias Álvaro Noreña Jiménez por enviarlo a travésde E mail). Corazón en almíbar, que no se deja copiar, le agregó un nuevo sueño a mi vida: conocer  Támesis, su pueblo, y comer coco en las escalas de la plaza. Entre otros aquí lo encuentran: http://fernando-poesiasinpermiso.blogspot.com/

“MURALLAS SOCIALISTAS
Ya no sé si son los años
que se van metiendo por los huesos,
o si es pereza aderezada por el miedo,
ese miedo cultural que trajeron
los nuevos habitantes del planeta.
Pero lo más revolucionario que hago
es dejarme la barba y el cabello largo.

Este país, nido de víboras para el mercado,
nos hace creer que la poesía es describir momentos
almidonados con azúcar de colores,
como ese rojo dulce de los anarquistas
que en últimas no sabe a nada.

Los años se me fueron viendo desfilar
por los festivales pasarelas de poesía
encopetados príncipes de letras
con voz engominada y solemne
vendiendo caro el derecho a protestar.

Unos organizando festivales para ser invitados,
y otros patrocinando premios para ser premiados.
En una orgía de escorpiones pavorosa
que aprendió la técnica de acomodar palabras.

Pero hay que abonar que supieron aplastarnos,
que nos pusieron en el sitio del panfleto,
que nos nombraron como resentidos,
y sobre todo
que formaron lectores iguales,
que hicieron escuelas modernas
con puertas y ventanas europeas.

Ya viejo uno se ríe
y hasta piensa en escribirle al desasosiego,
a esas futilidades humanas y filosóficas
que se ocurren en las sillas acolchonadas
y en las mecedoras con gato,
donde se acaricia el tiempo.
sin afán, como si nada.

En mi caso ganaron sinvergüenzas.

Pero ayer que empezó mayo
vi unos estudiantes

escribiendo poemas en los muros.
Luis Fernando Moncada Ospina”


La Carolita, martes 20/mayo/2014

© Flóbert Zapata, mayo de 2014