lunes, 13 de mayo de 2013

NO SIENTO SIMPATÍA ALGUNA POR ESE HOMBRE. Por Flóbert Zapata

La hija de Ariel Castro, llena de horror y asesinada por la decepción dijo: “Ariel Castro ha muerto para mí. No habrá visitas (a la cárcel), no habrá llamadas de teléfono. Nunca volverá a ser papá, no siento simpatía alguna por ese hombre”. Angie Gregg demuestra que está sana. Me pregunto cómo un monstruo pudo encargarse de una niña sin contagiarle su enfermedad, sobarle su cabeza con sus manos de esclavista. Qué mal estás Estados Unidos. Con todo el dinero que tienes y te niegas a pagar una educación que supere las supersticiones misóginas, justo el origen de la locura. La otra vez publicaron el caso de una joven recién casada que llevaba meses negándose a hacer el amor con su contemporáneo marido por el miedo que le implantaron sobre la sexualidad. Y te niegas a dar una televisión distinta a consumo y ausencia de ideas. Podrías al menos preguntarte qué papel juega la comida en tu gente, si desde los supermercados le están llegando al cerebro substancias que degeneran el sentido natural de bondad del hombre al nacer, o quizá se trate del agua envenenada por el plomo y el mercurio de la minería o de los residuos de la energía nuclear. La sociedad más vigilada es la sociedad más peligrosa y más cruel. Construiste una jaula, te golpeas en los barrotes y sangras, demasiado a menudo, ahora hacia afuera.  

La Carolita, Sábado 11/ene/2013

 


 (Ilustración: obra del artista plástico tolimense Marco Alejandro Rico Salas)

 

© Flóbert Zapata, mayo de 2013