jueves, 2 de febrero de 2012

SE DESVELA. Por Flóbert Zapata

El colombiano mata, no se va a la cama sin matar, algo mata.

Mata cuerpos, recuas, ojos, manos, vísceras, células, semillas, huesos, baladas, nubes. Mata sentimientos, autoestimas, ideas, utopías, sueños, memorias, reputaciones, silencios.

Algo mata, no se va a la cama sin matar, el colombiano mata.

Mata con armas, medicamentos, pistolas, herramientas, helados, venenos, patíbulos, pesticidas, limas de uñas, garrotes, bacterias, motosierras, patíbulos. Mata con palabras, gritos, miradas, envidias, hipocresías, chismes, olvidos, discriminaciones,dogmas, escrúpulos, desdenes, intolerancias, orgullos.

No se va a la cama sin matar, el colombiano mata, algo mata.

Mata a la madre, al padre, al pariente, al hijo, al subordinado, al vecino, al colega, al compañero, al amigo, al transeúnte, al desconocido, al extranjero.

El colombiano mata, no se va a la cama sin matar, algo mata.

Mata el excéntrico, al distinto, al que dice la verdad, al que opina, al que disiente, al que aclara, al que sueña, al que siembra.

Algo mata, no se va a la cama sin matar, el colombiano mata.

Mata con premeditación, impúdico, aplaudido, inconsciente, sonámbulo, impulsivo, fanático, fuera de sí, por vicio.

No se va a la cama sin matar, el colombiano mata, algo mata.

Mata la poesía, la vida, el cambio, lo nuevo, la esperanza, la memoria, el canto, la sonrisa.

El colombiano mata, no se va a la cama sin matar, algo mata.

A cambio de monedas, medallas, diplomas, condecoraciones, gratis, en oferta, con descuento, en cómodas cuotas, atento a órdenes oscuras, siguiendo alucinaciones.

Algo mata, no se va a la cama sin matar, el colombiano mata.

De civil, con uniforme, en traje de playa, desnudo, mientras ora, mientras canta, mientras predica, mientras llora, mientras muere, mientras sonríe, mientras trabaja.

No se va a la cama sin matar, el colombiano mata, algo mata, porque o si no se desvela.


Copyright © Copyright © Flóbert Zapata enero 2012