viernes, 25 de octubre de 2013

ETCÉTERA. Por Flóbert Zapata


El mundo se divide siempre en dos.

Los altos y los bajos.

“Los que viven por sus manos y los ricos”.

Los que bailan y los que lloran.

Los que creen y matan y los que creen y no matan.

Los que visten las palabras malas de buenas y los que las desenmascaran.

Los nutridos y los desnutridos.

Los que “trabajan con sus cuatro miembros y saben distinguir los cinco cereales” y los burócratas.

Los que abrazan la mentira y los que abrazan la sinceridad.

Los que huyen de espaldas y los que huyen de frente.

Los perseguidos porque se salen del rebaño y los no perseguidos porque se salen del rebaño.

Las superioridades mentales humildes y las superioridades mentales arrogantes.

Los que se venden barato y los que se venden caro.

Los que matan los celos y los matados por los celos.

Los que aman al diferente y los que se aman sólo a sí mismos.

Los que dan y quitan y los que se quitan y dan.

Los que se perdieron en la poesía y los que perdieron la poesía.

Los que saben decir adiós y los que no saben decir adiós.

Los que encontraron la libertad y entraron y los que encontraron la libertad y se taparon los ojos.

Los que con el pecado vencen a la mentira y los que con la inocencia vencen al pecado.

Los solapados que siempre se han beneficiado de la guerra y los desnudos que siempre la han padecido.

Etcétera.

Y los que reciben la muerte el día del paraíso y los que reciben el paraíso el día de la muerte.

La Carolita, miércoles 25/sep/2013

 

 

(Foto: muro frente al colegio Los Ángeles)

© Flóbert Zapata, octubre de 2013