miércoles, 14 de noviembre de 2012
SUPÍA TIENE ENCUENTRO DE POETAS. Por Flóbert Zapata Arias
LA ABUELA
Abuela contadora de historias de servidumbres y
rebeldías desde 1540. El colectivo, paciente, te deja y te recoge en tu casa o
donde digas. A la salida del colegio las chicas y los chicos beben refresco natural
de mandarina color Chagall en vasos plásticos trasparentes. Los magnánimos chontaduros
tienen pepa pequeña o no la tienen. La gente seca el café sobre costales de
fique extendidos en un flanco de la calle. El pintadito se endulza con panela
en polvo en vez de la peligrosa azúcar. La belleza refulge donde menos lo
esperas desde los mil tonos del mestizaje triétnico, pacífico, que repliega
todo racismo. La amabilidad te hace sentir en casa grande. Colación ocre de
panela o blanca y fucsia, con fiesta de estruendo báquico y orquestas,
decían, ignoro si aun. Guamal, palenque rodeado del resguardo aborigen de
Cañamomo y Lomaprieta. Fiesta de Santa Ana el 26 de julio. Fiesta de Santa
Lucía el 13 de diciembre. Carnaval negroide en diciembre cada dos años. Óleo de
Jesucristo fisicoculturista, que ahora les daría una paliza a los romanos. La
virgen con su niño dios negro, que luego viviría el segundo viacrucis, el de la
esclavitud en América y las invasiones imperialistas europeas a África como a
otras partes, para no contar sino el principio. Mazamorra a la que se le da
sabor excepcional con huesos humanos, mito. Unos pocos negros e indios puros de
piel, con briznas de luz intacta ante la devoradora sombra blanca. Hotel
magnífico, lechoso. Iglesia de ladrillo colonial revocada con el cemento de la
insensatez. Muestra suramericana de teatro en red con aforo total. Biblioteca
con intensa y venturosa promoción de la lectura. Clima para calentar cochinas
de patifríos. Sensación de estar en un pueblo litoral a una hora de Manizales
refrigerante. Piscina con olas y cabañas de veraneo. Canal de televisión
comunitario, independiente, invaluable, grande, que entrevista a los poetas en
directo. Jorge Eliécer Zapata Bonilla, refinado cronista del alma popular y mecenas.
Víctor Hugo Fajardo, teatrero, poeta, denodado director del Centro Cultural. Cristina, maestra que renunció temprano y esperó la
pensión de gracia y espera la de derecho y vive feliz y sana. Luis Aníbal Grajales, filadelfeño
residenciado, expolicía, recién operado de tumor en el colon, que espera la
quimio, asignatura de todos pendiente, a quien el sueño y la terapia de la
escritura sacan adelante. Que nos recuerda cómo los colombianos nos dejamos
inyectar sumisamente el cáncer con los alimentos fumigados con insecticidas y
herbicidas químicos, hijos de los neocoloniales transgénicos, con los alimentos
procesados, con algunas drogas, con tantas cosas más. Y lo que no se ve a
simple vista y hay en todas partes: dolor humano evitable y creciente.
PRIMER ENCUENTRO
El cura de Bonafont reunió a treinta escritores y
realizó un gran acto literario. Jorge Eliécer y Víctor Hugo, asistentes, dijeron:
¿Por qué no hacemos uno así en Supía? Lo llamaron Primer Encuentro Regional de
Poetas, se realizó en el 2010. Participaron Juan Carlos Acevedo, Germán Ocampo,
Ovidio Restrepo, Ricardo Zapata, Alba Lucía Hernández, Leandro Loaiza, Aracelly
González, Guillermo Ramírez, César Durán, María Josefa Duque, Emilio
Santacoloma, Sergio Girardo, Conrado Alzate, Víctor Hugo Fajardo, María Soledad
Cardona, John Jairo Cañaveral, Idelfonso Buitrago. Muestra de sus obras se
reunió en el libro Voces de la poesía regional.
GUSTÓ Y CONTINÚA
Al Segundo Encuentro Regional de Poetas, en el 2011, asistieron Dorian Hoyos Parra, Juan Alberto
Rivera Gallego, Alcy Doney Calle, Luis Aníbal Grajales, Diana Toro Ángel, Diego
Gutiérrez Mejía, María Ligia Acevedo, Luis Ernesto Henao Buitrago, Jorge Andrés
Calvo Izquierdo, Julián Chica Cardona, Ibán de Jesús Alarcón, Uriel Giraldo
Álvarez, Guillermo Iván Saldarriaga, José Fernando Arias Villa, Gustavo Loaiza
Loaiza, Felipe Agudelo Hernández. Muestra de sus obras en el libro Poetas en el
paisaje cultural cafetero.
LA SONRISA QUE IGNORABAS QUE TENÍAS
Te pagas el pasaje y Supía te aloja, te da el
alimento, te llena de afecto, de camaradería, de enaltecimiento, de buen trato,
de satisfacciones, te saca la sonrisa que
ignorabas que tenías. Sala del acto hermosa, especialmente decorada,
amplificación de sonido perfecta, audiencia en crecimiento, comunicación. Talleres,
charlas, en los colegios. Delicia de escuchar a los colegas, del intercambio de
libros, publicaciones, experiencias, los encuentros y los reencuentros. Entrega
de novedosos recordatorios de cristal a los poetas participantes y más grande
para el homenajeado de la ocasión, tal costumbre. Jorge Andrés Calvo Izquierdo,
Ovidio Restrepo, Alba Lucía Hernández, poetas, Nery Henao Caleño, anfitriones
del aguardiente, la tertulia y el jolgorio. Este el contenido del índice del volumen
a editar dedicado al Tercer Encuentro Regional de Poetas, realizado del
miércoles 7 al viernes 9 de noviembre de 2012: Leon Darío Gil Ramírez, Alberto García Alzate,
Juana María Echeverri Escobar, Jairo Alberto González Trejos, Lorena Madrid, Cristian
Camilo Palacio Hoyos, José Vidal Mendoza, Carlos Alberto Zapata Bonilla, Sandra
Viviana Romero Obando, Martín Rodas Valencia, Bernardo Montoya Restrepo, Jhon
Jairo Vera Vera, Diana Gonzalez Llano, Flóbert Zapata Arias.
SALVEMOS LA POESÍA, POETAS
Vamos a cuanto encuentro literario se realice, con
una sola esperanza, que se entregue un trato igualitario, sin privilegios, sin
castas. Si hay honorarios, bien, los recibimos, los insumos de la escritura no
los regalan, los estímulos sirven; si no hay honorarios, igualmente llegaremos
con el mismo amor incondicional. Semejante para el pasaje, la dormida o la
comida, nos los podemos procurar en caso necesario, ¿no hubiéramos hecho lo
mismo de habernos quedado? Lo importante reside en propiciar los encuentros, las
citas, dinamizar el arte, sacarlo de su inercia pesada, que el poeta viaje,
intercambie, actúe, se ponga en escena, deshaga la tara del individualismo,
piense en cooperación y fraternidad, deje salir al rapsoda encadenado en su
pecho por la vanidad de aparecer en las enciclopedias del ego, a cuyas
profundidades normalmente se llega vendiéndose y comprando. Pasaron y fueron
breves los tiempos de invitación con pasajes aéreos, hotel de estrellas y
cheque, los vivimos; arrojados a los caminos de polvo, jeep, bus, volvemos a
los sueños de región, de autodeterminación, de romper la miseria de que las
altas jerarquías y los centros nos prometan un aplauso que no darán; nos
ahorramos el quinto de lotería con series de tres cifras del Nobel tropical o
nórdico, antes un reconocimiento, hoy una competencia como cualquier otra. El
señuelo de aburguesamiento mató a la poesía colombiana, la acercó a la
transacción comercial y la volvió trofeo olímpico. Su símbolo atroz se procrea
en el poeta que año tras año espera ver su nombre en pomposos afiches de exóticos
festivales, en antologías o colecciones muy publicitadas, como el coronel
garciamarquiano esperaba su pensión.
Gracias Supía.
La Carolita, sábado 10 de noviembre de 2012.
©Flóbert Zapata Arias, noviembre de 2012
DESDE LA OTRA ORILLA. Por flóbert Zapata Arias
Dedicado a Conny Guzzi.
No me gustan
los reinados
de belleza
porque no
me gustan
las monarquías.
O intente un poema más largo, que nada tiene
que perder con lo ganado.
No me gustan los reinados de belleza porque no
me gustan las monarquías.
No me gustan las monarquías porque entierran el pasado.
Me gusta del pasado lo que enseñan los cadáveres después de la exhumación.
No busco cadáveres del presente porque si uno quiere que lo escuchen
tiene que matarlos.
Evito los cadáveres del futuro por oscuros y predecibles como
los invasores.
La Carolita, martes 13/11/2012
©Flóbert Zapata
Arias, noviembre del 2012
domingo, 11 de noviembre de 2012
TUPI-KAWAIB. Por Flóbert Zapata Arias
De todas chupo
los senos y no recuerdo cuál es mi madre. De todas chupo los senos y no
recuerdo cuál es mi esposa. De todas chupo los senos y se las cedo a mis
compatriotas porque una ley de mi pueblo dice: “Presta tu mujer a tu hermano
pues el hermano no es celoso de su hermano”. También le cedemos las mujeres al
extranjero y el que las rechace nos hará cambiar de nombre, costumbre nuestra
después de matar a alguien.
Flóbert Zapata Arias
(Fotografía: Detalle de pintura tupí-kawaib sobre la pared de una choza. Tristes trópicos, pág. 388)
©Flóbert Zapata Arias, noviembre del 2012
miércoles, 7 de noviembre de 2012
MUCHACHA DE ABRIL, MUCHACHA MUERTE. Por Flóbert Zapata Arias
“Leonardo Favio: El adiós a un grande del cine argentino”, titular que
me dice que desconocí su faz más importante, tanto que su película Crónica de
un niño solo se ganó a pulso la consideración de mejor argentina en toda su
historia. En ella refleja su infancia pobre, humillada, que lo llevó a la cárcel por robos menores e incluso a
pedir limosna en las calles en traje de marinero oficial desencantado. Preliminar
a sus producciones a color, al verla se siente de inmediato el sabor de lo
genuino mezclado con lo sensible. Por ese sufrimiento creería hasta su muerte en
Juan Domingo Pérón y su propuesta laborista y a favor de los necesitados y los
niños, “En la
Nueva Argentina los únicos privilegiados son los niños (Las veinte verdades
peronistas)”, llamada Justicialismo, renacida en Néstor Kirchner y Cristina
Fernández de Kirchner, observada en el tema Si
mi guitarra canta como canta.
A Neira bajaba un humilde amigo de Pereira casado con neirana que, por
servirle de escudero voluntario de cuando en cuando, me mostraba fotos con
Leonardo Favio enyesado una pierna, para colmo en su casa, ¡en la sala!,
sonrientes los dos, camaradas. Había tenido un accidente pero se encontraba
exilado en Colombia por un accidente mayor: la dictadura. Resultó difícil
aceptar humano, de huesos frágiles, al inmenso dios. Cuánto admiré y envidié, por poseer
esas imágenes a color en cartones, al hombre que fábricaba chanclas baratas
para vender puerta a puerta, su presencia adquirió en adelante un carácter
sobrenatural, casi podría pintar su tímido pelo largo, su nobleza, su voz feliz
cuando cantaba tangos o imitaba embriagado al convalescente. Ahora, que trato
de recordar por qué no luché para hacerme una foto como la de mi amigo, concluyo que por la misma razón de siempre: no
tenía con qué, era pobre, el blanco que nunca dejaría de vivir como gris.
De sus baladas cómo olvidar a Quiero aprender de memoria, “nada me
importa la gente que opina y se mete, no me han de entender”, que tantos
corazones unió; El niño y el canario, canto de amor a los animales, tango antes;
La foto de carnet, su farewell y sus sollozos; Ella ya me olvidó. En todas la exaltación de la fogosidad,
de la complacencia, del magnetismo instintivo, en ninguna el resentimiento, el
apego eterno o el odio, ni siquiera cuando su mejor amigo se casa en clave
mariana con su novia en La dicha que me fue negada, demasiado en la cultura de
los feminicidios. Lamentablemente por aquí no circulan hoy sus canciones
sociales, otro de sus filones, “Lleva en su vientre un niño que no nacerá/
porque o si no la patrona se puede enojar (El niño que no pudo nacer ni reír)”.
Mi hermano Henry un año antes de morir me invitó a oír Amanecer y la
espera, su lirismo literal y el encanto
de los giros vocales, en un país donde la poesía no circula y los poetas ayudamos
al defenestramiento despreciando la realidad inmediata y los nuevos lenguajes.
Una vez subí de Neira a Manizales a verlo en el coliseo con una novia,
no recuerdo por qué razón nos ofrecieron un vestíbulo exterior y contiguo a las graderías, desde donde lo
captábamos de espalda pero muy cerca, negra camisa, negro pantalón, negros
zapatos, negro todo, diciendo que este color entraña significaciones
distintas a las del luto. Hubo un momento en el que el animador lo reemplazó
para que se devolviera a secarse el sudor y tomar agua, giró hacia nosotros, se
frotó los labios con el dorso de la mano derecha, mi novia soñó con que el
dorso fuera suyo y sentí celos. Cómo estaría de orgulloso hoy con una conducta
diferente, por ejemplo haberlo buscado y propiciar que mordiera las cerezas maduras de
su boca de diecisiete años. Entonces sabríamos que le dimos algo a alguien
de quien nos permitieron recibir muy poco de lo que tenía para dar. Por no
haber alcanzado valentías de ese tipo, ella, ella ya me olvidó, yo, yo la
recuerdo ahora.
La Carolita, miércoles 07/11/2012
©Flóbert Zapata Arias, noviembre de
2012
domingo, 4 de noviembre de 2012
¿ME LLAMAS MENTIROSO? Por Flóbert Zapata Arias
Uno es lo que escribe, soy lo que escribo, por eso
no podrá ninguna calumnia conspiradora mancharme como hombre que nunca usó la
violencia en cualquiera de sus formas contra nadie ni contra animal alguno,
excepto la pulga. Que nunca usó el engaño con fines innobles y que se
arrepiente de las veces que lo usó con fines nobles. Porque el arte del engaño
es la desgracia de la especie humana, es la leche con que se amamantan la
necesidad de importancia y las guerras contra el distinto. Escritor es el que no
miente, el que escribe cómo hace para no mentir, el que describe la manera como
desmontó el sistema de mentiras que habían hecho de su vida los que decían
amarlo, el que demuestra que simplemente sin la mentira se alcanza toda la
felicidad, el que ha experimentado que dejar de mentir es fácil y bueno para la
salud, el que no ignora que las pequeñas mentiras ocultan las grandes supersticiones,
el que sabe distinguir los mentirosos de los sinceros y por eso comprueba que
los amigos superan en número a los enemigos pero que estos expresan más su odio
que aquellos su amor.
La Carolita, miércoles
31 de octubre de 2012
©Flóbert
Zapata Arias, noviembre de 2012
EL INFIERNO EXISTE. Por Flóbert Zapata Arias
El infierno es simplemente un mundo de personas sin
opiniones propias. De personas a las que les deterioraron su capacidad de
pensar. Les dan un repertorio de respuestas pero si les cambian el orden de las
palabras en la pregunta o si les cambian la pregunta se quedan sin saber qué
decir, miran a todos lados a ver quién les pone el nuevo dato en su memoria
estéril aun para los algoritmos. Y las personas con opinión propia, capaces de
decidir sus vidas en vez de dejar que se las decidan otros, son los santos que
les estropean la fiesta y a los que hay que llevar al martirio discreto y al
desplazamiento, reemplazarlos con santos
impostores.
La Carolita, jueves 1 de noviembre de 2012
©Flóbert Zapata Arias, noviembre de
2012
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