domingo, 8 de septiembre de 2013

DOS POEMAS DE JOSÉ LUIS GARCÉS GONZÁLEZ. Por Flóbert Zapata

 
La historia del mundo es la historia de los ejércitos que van a la guerra y la guerra significa, además de otras cosas, siembra de hambre. Las matas de maíz entran a los ojos del poeta como soldados de vestido talar verde pertenecientes a un extraño ejército que va a la guerra contra el hambre.  Si se quiere camuflado basta con que la imaginación agregue el sepia de las matas en breve quemadas por el sol, satisfechas, sacrificadas. Sólo la poesía concibe ejércitos así y sólo ejércitos tan decididos a dar en vez de quitar traerán la paz a un mundo hoy condenado a vivir sin ella.

 

EL VERDE DEL MAÍZ

Cómo está de serio

el verde del maíz.

Firme batallón

suicida.

Los brazos dispuestos.

La caña magra,

la espiga a la espera.

Dentro de poco será mazorca,

escuchará la orden

y saldrá a darle

de comer al mundo.

 

La imagen del herrero modelando el objeto al rojo vivo sobre el yunque me ha resultado siempre hermosa, ¡que nunca desaparezcan los herreros artesanos!, debe martillar poco a poco pero sin desfallecer, debe existir una tensión pero la tensión debe gobernarse, si se deja llevar por el ansia arruina la obra o produce un accidente. Un día quedó tan contento con una obra por encargo que hizo una copia para sí. Otro día dice Voy a utilizar la mitad del tiempo para crear obras de mi invención. Al principio se le dificultará, tendrá fracasos, pero cuando menos lo piense el desagradable ruido de los martillazos  se convertirá en dulce música. Para lograrlo deberá curarse del mal de los tiempos, el mal del afán, ya curada la mitad del mal de la ganancia. Todos los males se curan lentamente y a lo que no se vende, a lo que vale la pena en términos espirituales, no se llega de manera súbita, la felicidad a la que se llega por la fuerza termina en moneda falsa. Hace calor para el herrero, la vida trae incomodidades y torturas, en las condiciones difíciles nace la mejor paciencia, la que propone el poeta en este momento confuciano, que fluye sereno sobre las serenas aguas pardas del Sinú.

 

RECOMENDACIÓN PARA AVIVAR EL OPTIMISMO.

La palabra clave

en esta vida

es insistir.

Bien de mañana

saca tu martillo

y empieza a golpear en el yunque,

una y otra vez,

una y otra vez.

Quien quita

que cualquier día

construyas tu canción.

 

La Carolita, sábado 7/sep/2013

 

 

© Flóbert Zapata, septiembre de 2013