sábado, 3 de agosto de 2013
ESTOS TRES GRANDES LIBROS. Por Flóbert Zapata
Me gustó escribir crónica porque el
lenguaje de este género no resiste lo prefabricado sino lo original, lo que no
quiere decir que la crónica esté exenta de poesía, al contrario, las buenas
crónicas se desarrollan en mayor o en menor grado como poemas narrativos, de
inagotables maneras, a veces en partes individuales y en el todo, como Rubén Darío de Vargas Vila, y a veces en
el todo orgánico, como la mayoría, sabiamente porque esa alta tensión
comunicativa condensada puede quemar. La calidad de grandes novelistas y
cuentistas se ve en aquellos capaces de alcanzar la poesía de la crónica. De lo
que he leído últimamente Fernando Vallejo es uno, en El desbarrancadero y en Los
días azules, que tengo listo, ya hojeé y lo guardo como un manjar para un
momento muy especial; Héctor Abad Faciolince es otro, en El olvido que seremos, que no he leído más de lo suyo. Nos hacen
preguntar si la novela que abordamos es una crónica y si la crónica que
abordamos es una novela, seña fundamental. Por supuesto hay muchos otros casos,
Gabo indispensable, pero quería mencionar estos tres grandes libros
en particular.
La Carolita, miércoles 31/julio/2013
© Flóbert Zapata, agosto de 2013