lunes, 19 de agosto de 2013

El marido. Por Flóbert Zapata

(Obra de Gabriel Posada)


Hoy cumplo cincuenta y cinco años, estoy vivo y basta; no me afectan la envidia, el olvido y los infundios; sobrellevo la pensión de hambre y las enfermedades de la edad, porque estoy vivo y basta.

Las tumbas de los cementerios están llenas de hombres asesinados impunemente por sus esposas a través de los alimentos y mil sutiles métodos.

Duermo solo en una buhardilla por temor a que mi esposa me ahorque dormido pero he detectado en las vigas de madera cierta fatiga artificial causada con intenciones negras.

Reviso bien las escalas al bajarlas porque una vez encontré jabón líquido transparente en una de ellas, ¡Un olvido, amor, perdóname!

Mi mayor triunfo será verla morir primero, leer su nombre en el panteón de las fracasadas en el sagrado cumplimiento del deber.

El principal reto de un marido es no dejarse matar.

La Carolita, miércoles 14/ago/2013

 

© Flóbert Zapata, agosto de 2013