sábado, 29 de marzo de 2008

ENCUENTRO DE ESCRITORES FILADELFIA –Hacia la grandeza de alma-

(Parque Municipal)

(Encuentro de Escritores Filadelfia. Julián Chica Cardona. Escritor filadelfeño radicado en Pereira. Miembro fundador de la Corporación Encuentro de Escritores Filadelfia)



(Encuentro de escritores Filadelfia. Homenaje, en la Casa de la Cultura, a la edición No 100 de la revista El Correo de los Carrapas.)


Durante más de veinte años el Encuentro de Escritores Filadelfia ha sido realizado de manera admirable y con dificultades increíbles.

-Bondades: Una continuidad. La calidad preeminente de alguna edición. Da oportunidad a quienes gatean. Ha comenzado el tránsito, lento y veteado, de la localía y el primer peldaño a la proyección y la trascendencia. Estimula a que sea observada la alternativa estética como forma de vida. Posee vocación de armonía, mejor cuando alcalde, secretario de educación, director de la casa de la cultura, usualmente generales de campaña estos dos últimos, con sabiduría han prestado su colaboración y estímulo sin asumir un papel visible, y menos directriz, para que sus opositores no aniden prejuicios, celos y nueva semilla para la ojeriza. Logra superar las embestidas y los palos atravesados en la rueda por egos y protagonismos de farándula y el universo de chismes y consejas, y hasta libelos, que deben padecer quienes hacen algo de parte de quienes no hacen nada, es decir los pro-nada y contra-todo, aquellos cuya acción es el verbo flojo, expertos en condenar sin oír. Calumniados fueron Buda, Jesucristo, Lao Tse, Bolívar, Confucio ("Con vuestra alta túnica y vuestro fino cinturón, usáis de falsas palabras y de hipócritas acciones para embaucar a los soberanos y ganar riquezas y honores. No hay bandido más grande que vos, ¿Por qué, entones, no os llaman Confucio el Bandido, en lugar de llamarme a mí Zhi el Bandido? ISBN 84-473-2446-X p. 300" )... Calumniados son los gobiernos latinoamericanos que propugnan por la unidad mestiza. Quien no haya padecido esta lacra no se gradúa de humano. La falsificación y el embuste, esperanto al revés, es una de las grandes tradiciones nacionales, tanto que debiera incorporarse al escudo. Cualquiera hoy es diestro en ellos porque ha tenido un perfecto y todopoderoso maestro: las multinacionales y las nacionales mediáticas en su demencial lucha por el poder económico. Mesura, tacto, continencia, son joyas bien raras.

-Equivocaciones: Muchas, ninguna grave, pero es la única forma en que se aprende. “Experiencia es el nombre que damos a nuestras equivocaciones”, anotaba el inmolado Óscar Wilde.

-Debilidades: Ha perdido calidad. No se le paga a los escritores. Por limitación o nulidad de recursos se invita en ocasiones a cercanos en la geografía, conocidos y desprogramados. Se ha colado uno que otro que no tiene el mínimo nivel deseable a pesar de su trayectoria de años.

-Su gran mérito: haber sobrevivido a la última polarización política que vive el municipio en la lucha de dos bandos por hacerse a la alcaldía. Nadie puede negarle que ha tenido una posición neutral.

-Su gran riesgo: sucumbir a los embates de la citada polarización política, que sumada a casual negligencia, ha ocasionado que en el 2008, en la semana del 23 de abril, se realice la décimo tercera versión en vez de la vigésima, tal debiera ser, merece y conviene a todos.

Como se comprende, nada se hace así porque sí. Muchas personas han entregado lo mejor de sus vidas para que todo este largo proceso fuera posible. Desvelos, afanes, sacrificios, abnegaciones, de todo tipo, han sido necesarios para que la nada feliz no hubiera reinado. Sólo quien organiza una programación de esta envergadura sabe que, una vez terminada, el cuerpo pide cama y a veces médico.

¿Qué es el Encuentro para tantos y tantos que lo hemos empujado, estimulado, incitado, espoleado, dado respiración artificial, resucitado? Sueño, ilusión, quimera, humanismo, utopía. No más. No lo dañamos buscando votos, fama, nombre, charcos de Narciso, y mucho menos vindicación, venganza, ajuste de cuentas o veto.

Muchos paisanos han sido echados. Tarcisio Chica maldijo una vez a Filadelfia, juró irse y no volver y lo cumplió. Así muchos. ¿Problema de ellos? “Sí”, responderán los abajadores y cierrapuertas. A la asunción de ese despotismo sólo se entra por el orificio de la maldad: la negación del derecho humano de ser distinto a la mayoría y de disfrutar por igual de los beneficios de una tierra, la enfermiza incapacidad de ser solidarios y unidos alrededor del bien común sin prerrogativas.

El Encuentro, espacio de ensoñación, debe construirse en contravía a estos extremos caníbales y a cualquier otro, del linaje que sea, que atente contra la esperanza, la reconciliación inaplazable, el goce colectivo de la imaginación creativa, los procesos de resensibilización. Propugnar por el desarrollo de la conciencia de que la diversidad es riqueza y no desventaja o desperfecto. Estimular la convivencia pacífica y el sano debate en vez de las tendencias sectarias. Entender que en materia humana todo es relativo y no caben los absolutos.

Para fortalecer lo positivo y debilitar lo negativo, le dimos personalidad jurídica a través de la Corporación Encuentro de Escritores Filadelfia, conciencia al orden del día de que los hombres morimos y las instituciones permanecen, si son en sí mismas una revolución constante, por supuesto. Conforma la junta directiva un envidiable grupo de jóvenes, porque para estas faenas se necesita el mayor depósito de energía y fortaleza física: Wilmar Morales (poeta, sociólogo), Sergio Adrián Castaño (músico, ingeniero civil, escritor), Leandro Loaiza (escritor, licenciado en Lenguas Modernas), Sandra Marcela Gómez (licenciada en Artes Escénicas, escritora), Sergio Hurtado (diseñador gráfico, artista plástico). Para su conformación se hizo convocatoria pública y es tan abierta que cualquier ciudadano filadelfeño puede integrarla a la hora que lo desee. Si este equipo irrefutable no merece el apoyo, la concesión de confianza y el respeto a la autonomía entonces Filadelfia dará muestras de falta de esplendor e idealismo, de contexto abonado para las egolatrías y reactivo a los desprendimientos, de poca o ninguna valoración del otro y sus méritos, y finalmente, de descrédito a sus más altos valores.

Este grupo abrazará alborozado a cada persona que quiera trabajar con sentido cooperativo, dando ejemplo de lo que todos sabemos por los genes y sin embargo contrariamos por la vanidad y la obcecación: que sólo lo cohesionado permite encarar el futuro, arte y educación como claves categóricas, y esperar de él lo que merecemos y nos hemos negado.

Esperamos que Ómar Valencia, alcalde de Filadelfia, quien ha destinado $5.000.000.oo del presupuesto municipal para el evento, hombre que ha ejercido la docencia universitaria, de formación en Derecho, sabrá entender estas consideraciones y atenderlas. De ello depende en buena medida que el Encuentro comience a dar reales pasos de grandeza.

miércoles, 19 de marzo de 2008

21 DE MARZO: DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA

(Óleo de Sergio Hurtado Grajales)

Está de noche el hombre.
De noche permanente.
Lo está desde los días
del anciano mayor de las cavernas.
Lo estará dentro de diez veces cien el tiempo.
Y el poeta siempre
estará ahí para decirlo.

Flóbert Zapata

SEGUNDO CONCURSO POÉTICO JULIO FLÓREZ

(Julio Flórez)

Bien pocos y cada que pueden los vuelven bianuales. Así lo hicieron el Ministerio de Cultura, devoto de la monotonía (juntó los montos de los dos años en uno), la Universidad de Antioquia y la Secretaría Departamental de Cultura de Caldas. Difíciles los nacimientos, fáciles las condenas a muerte (Chiquinquirá, Antonio Llanos). Hablo de los certámenes literarios. Por ello este mensaje reenviado por Álvaro Noreña Jiménez tiene de mi parte la respuesta adherente que merece: “Amigos les hago envío de las bases del Segundo Concurso Poético Julio Flórez para su divulgación o participación. Agradeciendo anticipadamente su colaboración. Aníbal Tobón. Coordinador”. Una ventaja: se puede participar vía electrónica, aunque quizá falte especificar que en par correo adjunto, cuyo nombre sea el pseudónimo, se envíen los datos biográficos.


BASES
para el Segundo Concurso Poético
JULIO FLÓREZ


1. Podrá concurrir a este concurso, convocado por la Fundación COPROUS, cualquier escritor (a) residenciado (a) en Colombia o en el extranjero, con una obra poética que deberá estar escrita en castellano, no habiendo sido publicada con anterioridad ni premiada en otros certámenes.
2. Los trabajos deberán presentarse escritos a máquina, o en computador (letra Times New Roman 12 puntos), en tamaño carta y por una sola cara. La temática será libre, no pudiendo tener menos de veinte páginas ni más de cuarenta.
3. Los trabajos podrán presentarse personalmente en la Casa Museo de Julio Flórez, Usiacurí, Atlántico o en Caza d’ Poesía Carrera 49 No. 66-32 Barranquilla. O enviarse por correo certificado a cualquiera de ambas direcciones, debiendo tener presente en este caso, que el matasellos ha de recoger la fecha fijada como límite del concurso.
4.- Se deben enviar tres copias firmadas con seudónimo, adjuntando un sobre cerrado con los datos del autor (nombre y apellidos, domicilio, profesión y teléfono), también pueden enviarse a la dirección electrónica atobon@etb.net.co. Todos los envíos con la referencia SEGUNDO CONCURSO POÉTICO JULIO FLÓREZ.
5. El plazo de envío de las obras se inicia el veintiuno (21) de marzo de 2008 y finalizará el veintidós (22) de mayo de 2008, aniversario del natalicio del poeta colombiano.
6. Habrá un Premio Único, que no podrá ser declarado desierto, de $ 2.000.000 (Dos millones de pesos) para la obra ganadora, y una Mención de Honor sin premio económico.
7. El jurado estará compuesto por un grupo de personas relacionadas directamente con el mundo de la cultura y las letras, cuyos nombres se darán a conocer posteriormente.
8. El fallo del jurado se hará público el día primero (01) de julio de 2008. Y la premiación se hará el día veintisiete (27) de julio de 2008, en la Casa Museo de Julio Flórez en Usiacurí.
9. Los derechos de autor de la primera edición de la obra premiada serán de la Casa Museo Julio Flórez. Las posteriores ediciones serán propiedad del autor.
10. No se devolverán los trabajos presentados (los cuales serán destruidos), ni tampoco se mantendrá correspondencia con los autores.
11. La participación en este premio supone la total aceptación de las presentes bases y de las decisiones del jurado.

Usiacurí, marzo de 2008.

sábado, 15 de marzo de 2008

SEGUNDA ANTOLOGÍA DEL CUENTO CORTO COLOMBIANO

Siempre que veo un libro de ficción brevísima en una librería lo compro. Me seducen de esta propuesta sus procesos y misterios de condensación y relámpago. La cultivé con asiduidad antes, no la he abandonado nunca. Eran los tiempos de experimentación total con los géneros y la nueva invención. Recuerdo a un incauto asegurando que surgía de la incapacidad para afrontar la novela. Haikú narrativo, esta especie que ha dado páginas memorables a la literatura universal, se cultiva por fuera de deficiencia o saciedad como lo que constituye un universo en sí mismo.
“Somos cuentos de cuentos contando cuentos, nada” dijo la hipérbole tensa hasta el límite de Ricardo Reis y Saramago la suavizó: “Somos cuentos contando cuentos, nada (ISBN 84-204-2862-0, p. 245)”. En la una o en la otra, sin duda encaja mejor lo miniado que lo extenso, su esencia misma en vez de su escalón previo.
Bien, Harold Kremer y Guillermo Bustamante Zamudio, dos escritores por vía doble (creadores y difusores) han publicado con la Universidad Pedagógica Nacional la “Segunda antología del cuento corto colombiano (ISBN: 9789588316468)”. En este banquete variopinto figuran los caldenses Orlando Mejía Rivera, Octavio Escobar Giraldo, León Darío Gil, Flóbert Zapata, nacidos en Bogotá, Manizales, Caramanta y Filadelfia, respectivamente.

viernes, 14 de marzo de 2008

REVISTA DE POESÍA PROMETEO No 79

Qué gran revista es Prometeo. Un cuidado que es amor, un amor que nos dice que sólo la solidaridad permite el nacimiento de sociedades felices. Limpia, sobria, profunda, abierta, cada página es un encuentro con lo mejor de la vida. En este número: 16 poetas árabes contemporáneos, ensayo (Bertolt Brech, César Vallejo, Ernesto González, José Carlos Mariátegui, Soledad Farina, Diego Rivera) y poesía en Colombia (Hernán Vargas Carreño, Flóbert Zapata, Juan Felipe Posada, Mauricio Contreras).
No sobra recordar que Prometeo es un titán de la antigua religión griega tan amante de la civilización humana que robó el fuego de los dioses, en una cañaheja (f. Planta umbelífera de unos 2 m de altura, con tallo recto y hueco, de la que se extrae por incisión en la base una gomorresina de aplicación medicinal. http://www.wordreference.com/definicion/ca%F1aheja), para dárselo. Por esto fue castigado: un águila hija de monstruos diariamente se le comía el hígado, que sin embargo le volvía a crecer. Un día fue liberado con la condición de portar un anillo con un pedazo de la roca en que había sido encadenado en vez de una piedra preciosa.
ESPEJO DEL OJO Y DEL TIEMPO
Canté, les dije a mis días:
con mi sangre he levantado ciudades
que engendran el ritmo.
Les dije:
la he extendido cual rama ardiente
que me llevara en su savia
iluminando a la muerte y al sudario.
Canté, les dije a mis días:
he purificado mi sangre.
Canté, dije:
he separado el sueño
de las pestañas que lo cosen
y he mezclado el ojo con el tiempo.
Adonis (Siria)
FIN
Abro la nevera de mi tristeza
saco una botella de vino
y la bebo toda,
brindo por mis amigos exiliados,
a través de túneles,
sin patria, tabaco ni transportes.
Brindo por ellos
copa tras copa
o cadáver tras otro
y cuando me caigo de la embriaguez
en la acera,
me llevarán —en sus tumbas—
hasta la casa.
Al-Sayegh (Irak)
El poeta dice, mientras recoge tanta huella dispersa: no soy quién para hacer elogios de aquellos que van al bosque del silencio y regresan con las manos chorreantes de primaveras aun oscuras.
Mauricio Contreras (Colombia)
8
El vendedor de boletos
que una tarde
vino a comprarse a sí mismo
un boleto sin regreso.
Hernán Vargascarreño (Colombia)
Va corriendo la vida al día
El día a su deguello
Cronos se come las cabezas.
Juan Felipe Posada (Colombia)
11
Si hubiese conocido la hora de mi muerte
me hubiera emborrachado antes de que llegara.
No van con el final
conversaciones serias y profundas;
no hay lugar para edictos o sentencias.
Le hubiera dicho cosas duras, que la ofendieran.
Hubiera vomitado sobre su viejo calcio.
Con la propia botella le hubiera roto el cráneo.
De su guadaña hubiera hecho hebillas.
Pero la loca muerte me sorprendió a mansalva.
Ayer, martes, mitad del mes más largo,
once de la mañana.
Bastó con que oprimiera
por menos de un segundo
mi cansado miocardio con su índice.
Flóbert Zapata (Colombia)

sábado, 1 de marzo de 2008

LOS AÑOS DE COLORES. Héctor Juan Jaramillo


(A partir de Después del colegio de Flóbert Zapata)


Un crítico sólo debe escribir sobre lo que ama: he aquí un feliz pensamiento de T. S. Eliot a propósito de un libro de Ezra Pound, y que no deben olvidar los críticos que no aprecian la obra que abordan, en las dos acepciones de aquel término. Me he decidido a escribir sobre Después del colegio de Flobert Zapata ya que veo en él a uno de los mejores libros de poesía colombianos de la época (1993). Porque discurre en medio de un panorama soleado y pleno de alegría, entreverado también con los momentos sombríos de una generación que pasa por su etapa iniciática y en la cual se halla aquel futuro que parece perdido para Colombia y que, para no seguir atrapados en el reino de la mentira, es allí dónde puede encontrarse. Se trata aquí de un conglomerado bullicioso que hace palpitar el corazón como un solo de batería, a cuyo son pareciera danzar.

Este calidoscopio abarca panorámica y puntualmente toda la vida que gira alrededor del colegio, desde la vivacidad del colorido de los amores de estudiante, hasta la solemnidad de ese gris que se diluye mientras el maestro envejece. Fuera de los muros del colegio también asistimos al tumulto de los recuerdos de los exalumnos; lo mismo que a la proyección en la práctica de la vida de un estudiante que casi no se gradúa por culpa de la química y hoy es un fabricante de buñuelos, para quien lo realmente importante/ es la calidad del queso/ la receta secreta; y todo aquello que hace que “sus buñuelos sean esponjosos/ y apetecibles. ¡Qué ligereza la de esta página para saltar los muros de la academia y aterrizar en forma mullida en el diario vivir!

En estas páginas caben, por igual, desde la actitud implacable con un profesor injusto: tan escrupuloso y puntual: Has incumplido todas tus citas con la muerte, tal como sentencia un narrador impersonal, que en su carácter de personaje de este libro, hace crecer la estructura de la obra y le sirve al autor para expresar unos puntos de vista que, con la magia de la poética como transustanciación del mundo, acrecientan su perspectiva porque son, a la vez, de todos y ninguno. Cabe también, por otra parte, la radicalidad de una actitud ante el "Síndrome de lunes" (un espanto que con puntualidad de fantasma británico causa periódicamente angustia a todos los estudiantes), que hace jurar a un corazón rebelde:

un día de estos
no obedecerás
al reloj despertador
aunque sea lunes
dejarás esos tres o veinte
problemas sin resolver

En función de la riqueza de este mundo escolar, brillan destellos sobre la vida que se desenvuelve en torno a él. La alternación de puntos de vista profundiza su perspectiva, concediéndonos una mirada que, al operar en forma simultánea y de manera más abarcadora que la de un espectador individual, sólo puede poseer una obra de arte.

En la polifonía de este libro, fuera de la del protagonista y otras voces diversas, a la citada voz impersonal que hace poco sentenciaba a muerte a un profesor injusto, se unen otras en primera persona. Pertenecientes ellas a personajes bien diferenciados: la del que vende paletas y helados para costearse su estadía en el colegio, y que aprende tanto de sus materias como de la calle y de su relación con el clima y su negocio. El poema remata con una suerte de brindis por la vida, por la ciencia y por el triunfo: Aprendo mucho más fácil/ cuando es buena la ganancia/¡Qué viva el sol/ el estudio y la plata!

En Después del colegio se reúnen, a través de la visión multidimensional del narrador-nosotros (enfocada en un punto que interesa a la unanimidad de las miradas de los alumnos); el ahora y el después; el afuera y el adentro; lo mismo que el yo, el otro, y el nosotros y los otros. Veamos esto puntualmente. Al recorrer estas páginas; va desfilando el pendejo de la clase, del que decían sus compañeros: “se las pisa”; y, al que, puesto que se ha enriquecido, le han perdonado ahora.

También admiramos aquí a una estudiante joven y hermosa a la que en el Parque de los enamorados el viento ha levantado la falda hasta que se dejan ver unas tangas blancas, haciendo que para los hombres, que por allí pasan en una buseta, esa noche los muertos del noticiero serán menos tristes.

Pero hay que volver a la rutina del colegio: El profesor llega a las siete/ se coloca el delantal blanco/ obedece el horario/ se despoja del hogar de los ruidos, etc. Y con la policromía de una estampa, el narrador-nosotros muestra como es posible que esta rutina de comienzo de la jornada también tenga su embrujo:

De golpe el paraíso nos sorprende
en una buseta
de las siete de la mañana
llena de muchachas
con uniformes y libros
recién bañadas
esplendorosas
adheridas a la fascinación
como un tatuaje
que bien puede durar
el resto del día
o la vida

Entre todas estas muchachas podemos imaginarla a "Ella”, ella por exelencia, el ideal de ese amor romántico, ingenuo, puro, absoluto; que sigue aleteando en el pecho de las últimas generaciones, a pesar de los compungidos anuncios de su muerte como una víctima más de la segunda guerra mundial.

Ahora mirémosla a ella, la estudiante sin nombre que trae hipnotizado y en medio de la alucinación al hiperbólico protagonista; que a pesar de ser pequeña sobresale por encima de todo el mundo; además de ser dulce, alegre y un poco triste como una nota bajita, y la más linda del colegio, por supuesto. Este campo está sembrado de apelaciones jocoserias, sabroso fruto del despecho que lleva consigo la gran afectividad de nuestro colegial. Y en una comparación donde el cariño se reparte y se expande, le declara, por otra parte, con su característica emotividad: “Eres tierna como la profe de idiomas”. Entre la indignación y la perplejidad le dirige este reproche:

Te reíste como loca perversa
cuando en plena clase de urbanidad
tropecé con un pupitre y rodé

En medio de su ingenuidad y picardía, este chico recuerda en otro instante juguetón:

Escribiste (...)
Que La María pertenece
al género femenino


Y remata, como para que tiemblen las feministas:

eres tan brutica
pero tan linda

Este libro mira su entorno con la mirada de los jóvenes, porque se trata de una visión desprevenida, descomplicada y desenfadada, sin interponerle velos al lector, lo que le permite un acercamiento emocional y directo a este universo en período de formación. Por el lenguaje que en ocasiones utiliza, y sin recargar la jerga, preservando su ligereza, es asimismo representativo de las mocedades de esta época.

Es natural de todos modos que el protagonista cuente que porque llegó al extremo de decirle boba a ella: “le tuve que cascar al pesado de Vanegas porque se burló de ti.” Comparando sus aproximaciones a ella con el vuelo de Ícaro hacia el sol, aquél refiere que “Estuvo tan de malas el tipo/ que se le derritieron las alas de cera/ y fue a templar/ al mar Egeo”. Concluye que cada vez que se acerca a ella se le derrite el valor y cae en las aguas del miedo, se pone rojo, saluda como si nada, y sigue de largo. Ante el preconcepto de vacuidad que se ha querido vender de todos sus coetáneos, en Variación Bíblica aparece esta reivindicación hecha a través de uno de ellos, con una contundencia y una sutileza difíciles de reunir

Bienaventurados
los que leen
porque
de ellos
es el reino
de los chéveres

Ante este trozo y ante todos los citados se advierte que Después del colegio no sólo representa a las <> que nos rodean, sino que en cuanto al tono coloquial que encierra, él también expresa a las de todos los tiempos. El gran salto al ruedo de este libro es que por moverse en el marco de la cotidianidad, frente a la poesía hermética y a la divulgada por la academia, la capta todo el mundo por estar hecha de impresiones frescas y recién salidas de la interioridad de los personajes que en él alternan, sin elaboraciones cultistas.

Ya lo hemos visto, el genio que utiliza el autor para introducirnos en la botella donde mora es Ella. Tierna, frívola y cruel, y tan contradictoria que, en palabras de su despechado galán, siendo fría como los malos de las películas, te dejó absorta la clase sobre el pecado. Deslumbrado ante la hermosura de esta muchacha que lo ha escogido sin él sentirse nadie (¡fecundas paradojas del amor pasión!) y rebosante de inquietud ante este espectáculo del <> nuestro protagonista en su dubitativa pubertad se pregunta: “¿Cómo hago yo con quince años para quererte si eres tan rara?

Un rasgo característico del amor pasión es el ser una fuerza centrípeta. Así todos los puntos de referencia del protagonista muestran que él y ella son el centro del mundo, sobre todo ella. Si él ve desfilar las candidatas al reinado del colegio con todos sus atributos, al fin dice que todo ese montaje le interesa muy poco porque:

La que amo
la que me trastorna
la más hermosa del planeta
no participa en reinados
ni cosas por el estilo

Como este par, que todavía no es una pareja, colma todos los lugares con su amor, el narrador impersonal nos cuenta que se han mirado en el examen(...) en las izadas(...) en la misa(..) y nadie sabe que se han mirado. Este “amor secreto” no cabe en los muros del colegio y llena de sentido con sus ocultas correspondencias todos los espacios en que ellos se encuentran, al punto de que todos saben de él, hasta el portero. Es así entonces como se ilumina una cámara oscura para enriquecer la picaresca de la obra. El sello de la autenticidad de esta relación afectiva se presenta cuando el adorador da una de las mayores pruebas de la verdad del amor romántico, que es sufrir el dolor de las heridas del otro, cuando se conduele de esta enormidad:

El uno que sacaste ayer en trigo
hoy me tiene triste


Con las características aludidas queda visto que en esta primera parte de Después del colegio se tipifica y representa ese amor - pasión que hoy puede llamarse amor romántico; resumido en los versos clásicos: amar con esperanza es medio amor/ y amar sin ella verdadero amor. Un amor en el que se atraen los enamorados tanto como se acrecienta en medio de la inaccesibilidad y el misterio hasta llegar a la obsesión del uno por el otro, igual que por el amor mismo.

Quiero hacer justicia a la polifonía de esta corriente llena de recodos, revuelta y festiva, pero más honda de lo que se juzgaría de prisa, y cambiar entonces de voz y de ámbito para escuchar a un contestatario que trastoca la monótona colección de fierros de la disciplina escolar y acaricia la libertad entre el amor y la rabia y se rebela contra el Déjate llevar/ no analices.

Dicha rebelión le permite diluir como arena entre las manos ciertos estereotipos. Es el caso del alumno modelo que es los otros/ no es casi él. O el de otro colegio donde la disciplina es tan despiadada que Es más fácil engañar a Dios que a las normas. Esa maquinaria desprovista de humanidad por tanto produce unas alumnas que son fotocopias unas de otras. Ante este cuadro de las mismas figuras y colores sombríos podemos apreciar la fortuna de haber parado en este oasis de la diferencia y la vida que es nuestro colegio, donde se mueven con agilidad el vendedor de paletas, el fabricante de buñuelos y aquel alumno que condena rotundamente a un profesor injusto, y donde se atisban los adolescentes románticos.

Frente a ese romanticismo y esa disciplina represiva se levanta el erotismo que con la lúdica y el placer que implica, en esta obra subvierte aquel pensamiento clásico que se exhibe en las aulas como un peso muerto y descarnado. Lo que sucede en las Variaciones, que son unos juegos del lenguaje que traen consigo tanto frescura como liberación, por ejemplo al hacer en una de ellas unas cosquillas irresistibles ante la rigidez hecha para el terror y la ignominia de un “1” erecto e implacable.

La Variación a Descartes es una lección práctica sobre el curso del pensamiento actual donde la razón toma carne:

Me
besas
luego
existo


La Variación a Arquímedes es la proposición de un enamorado que busca un <> en el cuerpo de su amada para desarrollar con una suerte de contacto milagroso toda su potencia: Dame una noche/ contigo/ y moveré/ el mundo.

Decir: Hace falta un profesor/ para que la risa sea completa es recordar a una figura sin la que tampoco el colegio sería acabado y sin la que no se concebirían las travesuras que burlan la disciplina en una edad que derrama energía. Añadir: Un profesor te enseña/ los juguetes que mueven la fuerza es dar a entender que la vida de colegio es un juego que sin la presencia de los profesores no adquiriría seriedad.

A propósito de Después del colegio llego a concluir que un profesor, que es un hombre apenas/ como cualquier otro es un contrapunto que al no encajar en su modelo les enseña entre brumas y por contraste a sus alumnos una tierra prometida donde si se liberaran del <> que en su imperfección el profesor encarnaría, la vida puede ser abierta como un cielo de verano.

Luego de recorrer con Flóbert Zapata los espacios presentes en la vida del colegio donde nos hemos movido a través de estas líneas, adquiere toda su solemnidad la lenta marcha que en medio de la indiferencia de la rectora, de una profesora joven y de algunos estudiantes, emprende un anciano profesor hacia un salón donde hablará a los hijos/ o los nietos/ de sus primeros alumnos.

La vida de un colegio cabe en un libro como el de Flóbert Zapata, ya que gracias al arte en esa obra se condensa y revela un universo y los estudiantes y sus relaciones toman una sustancia con sabor a festín, involucrados en una ebullición en la que se siente sumergido el lector. La disciplina es asimilada en Después del colegio por medio de dos o tres rasgos trazados con mucha gracia. Los profesores son comprendidos dentro de un marco de debilidad y hasta de heroísmo cotidiano, que “empieza cuando cierta pesadez es vencida” para decirlo con una frase que ahora se me viene a la mente.