domingo, 7 de octubre de 2012
SU AUTOR: ELÍAS MEJÍA. Por Flóbert Zapata Arias
(Arte público, Manizales)
Realizaré cada que pueda un cateo por
la poesía del viejo Caldas, en busca de túmulos olvidados o de poemas que
merecen la disociación de lo común. En Poesía amorosa y erótica del Quindío me
encuentro con tres poemas. Dilemas de Narciso
y Amor, el primero, nos lleva por la destrucción sicótica y, después de la
desgarradura imaginaria del apego, regresa a la salud real de aceptar el
derecho a partir. Nostalgia, el
segundo, brilla pleno de novedad y de fuerza tras el recuerdo lujurioso de
Magdalen, en deliciosa oscilación épico-lírica. Canibalismo, el tercero, escondido en la caricatura, entra por los
ojos y nos tatúa los oídos. He aquí tres poemas notables. Su autor: Elías
Mejía.
La poesía colombiana activa, tal como
la conocemos, no tiene accidentes geográficos. No se parece a la naturaleza. Se
aviene más a la mesa plana que era el mundo según la Edad Media. Los poemas que
contradicen esa realidad forman la memoria. Estos tres que he citado se deben contar entre
ellos.
CANIBALISMO
Para qué
volver a estrujarlos
entre mis
dedos.
Quiero
arrancar tus pechos
y arrojarlos
contra el muro.
Quiero
arrancar tus pechos y morderlos
como a una
fruta lechosa.
Quiero tragar
tus pechos enteros
y pasarlos con
agua;
arrancar tus
pechos
sin que grites
por ello,
sin que brote
una gota de sangre y…
sin que te
queden haciendo falta.
Elías Mejía
La Carolita, domingo
7 de octubre del 2012
©Flóbert Zapata Arias, octubre del 2012