Las maestras de
primaria de la jornada de la mañana gritan a los niños y los aterrorizan con la
pérdida de año o con echarlos.
Marta Fiereza los
aturde, Belcebú y Beata les pegan con regla. P. Aguirre llegaba a
la casa con la espalda llena de morados. A los que aprenden su violencia les
llaman a la policía.
Nelly Lezna
ultraja y humilla a los pocos padres que piden un trato más humano.
Francisco Herodes,
el tartufo Rector, conduce a empellones y les jala las orejas a los que cometen una falta.
En el
bachillerato las alumnas deben llevar la falda en los tobillos o sino las
persigue el coordinador Efraín Lacoste, un catequista que hace milagros y
sanaciones en un grupo de oración que fundó en su casa. Manda a las que
usan esmalte donde el aseador a que les preste tiner para quitárselo o si no
las expulsa hasta que vengan con el acudiente.
Usar labial y
maquillaje ofende a las maestras siempre maquilladas, tanto que parecen en la víspera de
una fiesta palaciega.
Al único alumno
de cabello largo le montaron una confabulación general hasta que se lo hicieron
cortar.
Ordenan al que tenga un tatuaje que se lo borre.
No pueden
llevar anillos ni manillas.
Un pirsing significa herejía.
La profesora de
Filosofía empieza la clase rezando.
Esta semana le
darán una medalla como el mejor a este manizaleño colegio con nombre de Papa cuyo himno dodecasílabo incluye el verso "impostura, intolerancia y negligencia".
La Carolita, sábado
6 de octubre del 2012
©Flóbert
Zapata Arias, octubre del 2012