jueves, 25 de octubre de 2012
POEMA CON POSDATA. Por flóbert Zapata Arias
QUÉ VOY A HACER. Por Flóbert Zapata Arias
Qué voy a hacer
si no soy hermoso. Qué voy a hacer si no soy joven. Mal dicho, corrijo. Qué voy
a hacer si no soy hermoso porque no soy joven. Qué voy a hacer. Qué voy a hacer
si eres hermosa y eres joven. Qué voy a hacer si por viejo te veo dos veces
hermosa y dos veces joven. Qué voy a hacer. Qué voy a hacer si por verte dos
veces joven y dos veces hermosa me veo dos veces feo y dos veces viejo. Qué voy
a hacer. Yo no creía en el infierno, helo aqui, no cabe duda, quema, se burla
de las quemaduras, quema y quema, eternamente. Y creo por consiguiente en el
cielo, lejano, inalcanzable, que también se burla, no para de echarle kerosén
al fuego de la burla, no me oye, me esquiva, se aleja, calla, se diluye,
desaparece, me quiere hacer creer que alucino, me dice que no tengo ningún
derecho a él. Qué voy a hacer. Sentarme a meditar sobre el cielo y el infierno.
Que el cielo queda donde quedaba el infierno y el infierno queda donde quedaba
el cielo. Que el cielo queda donde quedaba el infierno y el infierno nadie sabe
donde queda. Que el cielo queda donde quedaba el infierno y el infierno no
queda en ninguna parte. Que el infierno no queda donde quedaba el cielo sino en
otra parte y el cielo no queda donde quedaba el infierno sino en otra parte.
Que el infierno no queda dond… Qué voy a hacer. Qué voy a hacer. Apreciar pura
la belleza mata y sólo se aprecia en la vejez. Gracias vejez pero qué voy a
hacer. Qué voy a hacer.
*
POSDATA
Este blog me
ayudó a vivir la poesía como el periodismo, no siempre pero cuando quiero, a
publicar el poema el mismo día de escrito, a no temerle a la inmediatez, a
desbaratar el mito del añejamiento, bien en la enología. Y conste que no hablo
de futilidades, liberarse de esta obligación te manda a la hoguera, te convierte
en apóstata. Claro que no todo el mérito le pertenece, hizo su parte la vejez,
el temor de que no haya tiempo, de morir y que se queden las cosas guardadas, listas para fermentarse
paralelamente con la marioneta sin hilos. ¿Y quién garantiza que no ocurra esta
noche mientras duermes?, a tantos les ha pasado. No se trata de pesimismo, ¿no
murió Arcesio Zapata a principio de año?, ¿no murió mi segundo hermano el año
pasado?, ¿no murió…?, ¿no han muerto tantos? Hagan la lista de sus muertos y
verán la consternación poseyéndolos. La calma no consiste más que en uno de los
tantos huecos de la memoria. Y conste que quiero vivir cien años, que me gusta
vivir, que me amaño viviendo, que sueña el bastón con mi mano. Decir a quien nos pide un
poema para publicar que espere le escribimos enseguida uno produce nauseas pero
escribir uno a las siete y publicarlo a las nueve ingresa a los fenómenos de la
normalidad con la nube. Si no me convenzo, queda el recurso de la locura. O de
la excentricidad barata. Si el pecado vence
a la angustia voy a temblar y qué voy a hacer. Qué voy a hacer.
La Carolita, jueves venticinco de octubre del 12.
©Flóbert Zapata Arias, octubre del 2012