miércoles, 27 de noviembre de 2013

EFECTOS SECUNDARIOS. Por Flóbert Zapata

El pequeño y herido David le dio muerte al gigante y poderoso Goliat con una honda. Luego tomó hormonas europeo-americanas y se volvió gigante, muchas veces más grande que Goliat. La rutina de gimnasio hizo sus músculos temibles. Y se volvió malo como Goliat, cayó en la aporía, la ambición y los delirios de grandeza, efectos secundarios de la droga. Y destructivo como Goliat. Y ambicioso como Goliat. Y soberbio como Goliat. E iracundo como Goliat. Oculto en una cueva un pequeño palestino prepara su honda.

La Carolita, lunes 11/nov/2013




 
(Foto: pintada por la Plaza de Toros, Manizales)




© Flóbert Zapata, noviembre de 2013