Mientras no encontremos la poesía sentimos celos tanto de los que la han encontrado como de los que la buscan.
Sólo no sientes celos de aquellos que creen que la encontraste y que crees que no la encontrarán, juntos un narcisismo pequeño y otro grande.
Si al encontrar la poesía sigues padeciendo envidia es que realmente no la has encontrado y, más grave, no permites que ella te invada.
Cuando la encuentres no olvides que ya la tenías antes y sólo la recuperas; lo sabrás porque no te interesan las vanidades ni te detiene que no lleguen los reconocimientos, uno de sus usuales signos.
Al mirar al colega como enemigo se cae en la doctrina y el exteriorismo, en el Estado, el capitalismo y la guerra o se reafirman.
Eres el usurero, el acumulador, el ludópata, que finge buscar en las palabras y se aferra con desesperación al yo en contra de la unidad universal, la poesía finalmente.
Filadelfia, jueves 27 de octubre del 2011.
Copyright © Flóbert Zapata 2011