Leandro está loco y Paula también y por los lados Felipe, el más cuerdo: quieren convertir al plegable Musa Levis en revista. Les digo que sí pero si ellos la dirigen, léase la defienden, y a mí que me coloquen en un rinconcito como fundador junto a Rubén Darío Manigraf y Gustavo Adolfo Bécquer Garcés, con quienes empujé su lento nacimiento hace siete años, como a un viejo y pesado cañón por una pendiente, al estilo de aquel personaje de Cristóbal Nonato o de los descamisados de las guerras de independencia. El gran sueño de Musa Levis era convertirse en bimestral, cosa que no pudimos pero al menos no corrió la suerte de miles y miles de colombianos y de centenares de publicaciones: desaparecer. La protegimos con el propio bolsillo y el de poetas como César Durán, Teresa González, Adrián Pino Varón. Para diciembre está programado el primer número. Mientras, saldrá el otro restante de los tres primeros del año. En un ambiente bonito por el premio de poesía de Berta Lucía Estrada en Medellín, convocado por el Encuentro de Mujeres Poetas, además del segundo puesto en el Carlos Héctor Trejos de Riosucio, y el Ciudad de Pereira de Novela de Julián Chica, hoy entregamos el 29 con un diseño lo más libre que se puede y que confirma que no se trata de una calumnia como tantas que nos han hecho los colegas libelistas verbales y de papel, costosa publicidad gratuita, sino de una realidad: Leandro (Loaiza) está loco, bien loco, de remate, y Paula (Tatiana Mejía Sepúlveda) también y por los lados Felipe (Agudelo Hernández), el más cuerdo. Van John Jairo Vera, Jacobo Mejía Salazar, José Martín Rodas Valencia, Sandra Viviana Romero Obando, Lorena Madrid García, Hernán Vargascarreño.
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