miércoles, 21 de noviembre de 2012
VALENTINA PERDIÓ EL AÑO. Por Flóbert Zapata Arias
Me acaba de saludar por facebook Valentina G. Perdió el año, se retira,
mañana va a despedirse de los compañeros. Con su caso, sumado a otros, a los
profesores los temerán más y ellos se sentirán importantes y cómodos de poder,
lo que querían con el fin de la Promoción Automática, diminuto agujero de
esperanza negando los medios: seducción
en vez de imposición, humanismo en vez del dogma de la acumulación de
contenidos en la cabeza.
Valentina estaba aburrida y por eso no rendía. ¿Se le puede perdonar a
un colegio que procure aburrimiento? La educación es buena y el aburrimiento es
malo pero la mayoría de los maestros obligan a los alumnos a aceptar que lo
bueno es aburrido, con lo que pueden llegar incluso a concluir que la educación
es mala y el aburrimiento es bueno.
Valentina perdió el año y ha comenzado a conocer el pasado, del que
quizá nunca vuelva a salir. Porque nada ha cambiado de fondo en la educación,
maestros recién graduados de Normal o Universidad muestran perfiles exactamente
iguales, y a ratos peores, a los de los de los maestros de hace treinta o
cuarenta años, lo que indica que la educación universitaria tampoco ha cambiado.
No se ha acabado el año y Valentina perdió el año, al igual que miles de
Valentinas y Valentinos colombianos, pero de pronto quienes lo debieran perder
son otros.
La Carolita, miércoles 21/nov/2012
©Flóbert Zapata Arias, noviembre del
2012