“Mátala, mátala, mátala, no tiene corazón, mala mujer”
Colombiano, nunca mates a una mujer. Qué orgullo mostrar a Colombia como el único país del mundo en el que los hombres no matan a las mujeres en vez de la puntera y apocada realidad de hoy.
No hay ninguna justificación para matar a una mujer. Mienten los que dicen que hay justificación para matar a una mujer. Desobedécele a quien diga esto: militar, sacerdote, maestro, médico, escritor, padre, hermano.
Te miente miserablemente, te enreda, te pone a alucinar, quien mete en tu inconsciente que se puede matar a una mujer. Rebélate, di No, míralo a los ojos y grítale Tramposo. Acúsalo de incitación al feminicidio.
Recuerda que tu mamá es una mujer, que tu hermana es una mujer, que tu hija es una mujer, que tu tía es una mujer. Pregúntate si te gustaría que les metieran setenta puñaladas, que las agarraran a bala, que las ahorcaran.
Te cincelaron en la cabeza que tienes el derecho de matar a una mujer, te lavaron el cerebro, corrompieron tu bondad natural quienes te enseñaron que se puede matar a una mujer, te hicieron instrumento de su maldad.
Cuando sientas deseos de matar a una mujer huye, corre sin rumbo, no pares nunca. Verás cómo el impulso se debilita, desaparece, muere, se vuelve humo, neblina. En algún lugar del camino recuperarás la conciencia.
Que cuando te llegue la hora de morir puedas contar entre tus bondades que nunca mataste a una mujer. Envenénate, tírate al vacío si tu dolor no cabe en tu cuerpo pero nunca levantes la mano contra una mujer.
Sin embargo, si puedes, convéncete de que todo sufrimiento de amor nace en la irrealidad. Anula tu sistema de creencias y desaparecerá todo dolor. Arranca para siempre del diccionario de tu vida el verbo matar.
Tu felicidad no debe depender de otra persona, llámese amante, novia, esposa. Disfrútala mientras esté a tu lado pero respeta su decisión de partir cuando lo desee. No le impongas cadenas de sueño al corazón.
Viva como viva, traicione como traicione, olvide como olvide, piense como piense, desatine como desatine, abandone como abandone, desame como desame, sienta como sienta, falsee como falsee, nunca mates a una mujer.
Déjala, déjala, déjala, no tiene corazón, mala mujer.
© Flóbert Zapata marzo del 2012