domingo, 13 de julio de 2014
Con ese malestar que no se quita. Por Flóbert Zapata
(Foto: La Carolita, Manizales)
Llegas sano e inocente, te hacen santo
o demonio,
y el santo lleva adentro el germen del
demonio
y el demonio lleva adentro el germen
del santo.
Serás al tiempo ángel y demonio,
serás un tiempo ángel y un tiempo
demonio.
Mejor que no me eduquen, que no me
conviertan,
que no hagan de mí un reprimido deseoso
o un libertino con remordimientos,
un divino con ese malestar que no se
quita,
un humano con esa libertad que no le
alcanza,
que me dejen así, para siempre vacío,
como una roca, como un animal salvaje,
como una estrella, como un grano de
arroz
y un día que tengan hambre
quiten la cáscara del nombre y me mastican.
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Llegas sano e inocente, te hacen santo
o demonio, y el santo lleva adentro el germen del demonio y el demonio lleva
adentro el germen del santo. Serás al tiempo ángel y demonio, serás un tiempo
ángel y un tiempo demonio. Mejor que no me eduquen, que no me conviertan, que
no hagan de mí un reprimido deseoso o un libertino con remordimientos, un
divino con ese malestar que no se quita, un humano con esa libertad que no le
alcanza, que me dejen así, para siempre vacío, como una roca, como un animal
salvaje, como una estrella, como un grano de arroz y un día que tengan hambre
quiten la cáscara del nombre y me mastican.
Manizales, domingo 13/julio/2014
© Flóbert Zapata, julio de 2014