lunes, 10 de marzo de 2014

Esta gigante esperanza seguirá aplazada. Por Flóbert Zapata Arias

J. de J. X., incrédulo pensionado, me dijo: “¿Sabe qué hago yo? Voy y atravieso una cruz grande en el tarjetón para que el voto quede nulo”. La cruz en lapicero de una tumba de papel. Otros simplemente fingen marcar y entregan el tarjetón tal cual lo recibieron, virgen. El teatro nos ofrece siempre sus relámpagos. Recuerdo la entrevista con Enrique P. en Villamaría, a él le llega un periódico que promueve el abstencionismo. Otros marcan la casilla de voto en blanco, en abstención activa.
Blancos, nulos y abstención conforman implícitamente el voto del desacuerdo y el desinterés,  del reclamo y el desencanto, de la exclusión y el olvido.
En Colombia, del potencial de sufragantes  de 33 millones sólo 11 millones votaron efectivamente por los partidos. Dos terceras partes de la población no quieren el tipo de país que tenemos. El 70 por ciento reclama nuevos rumbos. Pero quizá el porcentaje aumente si consideramos la viva tradición nacional de compra de sufragios y otros delitos.
Esta voz masiva no se escuchará, esta gigante esperanza seguirá aplazada, el hielo latente continúa su absolutismo.
La Carolita, lunes  6/mar/2014

(Foto: Neira, por La Cuchilla)
© Flóbert Zapata, marzo de 2014