viernes, 31 de agosto de 2012
LOS VIRTUOSOS. Por Flóbert Zapata Arias
Éramos
ignorantes y no sabíamos que éramos ignorantes.
Cuando
descubrimos que éramos ignorantes habíamos llegado tan lejos que nos sentimos
orgullosos de ser ignorantes y soñamos no poder dejar de serlo.
Aceptamos
finalmente que había que pegarle a quien quisiera dejar de ser ignorante y a
quien sospechara de la autoridad de las palabras de la Academia.
Nos llamábamos
los virtuosos cuando le pegábamos a los que más queríamos, aquellos que
dependían totalmente de nosotros porque no tenían defensas, a los que hicimos
más débiles aun.
La fortaleza
que permite seguir vivos, llamada cobardía, nos permite dos caminos: morir con
dolor para el cual no hay anestesia porque es imaginario o morir con dolor real
que segrega su propio anestésico. Acogimos al primero y le declaramos la guerra al segundo.
La Carolita, viernes 31 de agosto del 2012
©Flóbert Zapata Arias, agosto
del 2012