lunes, 29 de septiembre de 2014
Secreta prisión. Por Flóbert Zapata
Esa secreta prisión
tiene, kilómetros más, kilómetros menos, el tamaño de Antioquia y Caldas
juntas. No vayas a esa prisión porque te amañas con los paisajes, las dulces
voces y una amabilidad tan grande que si se te cae una moneda la recogen, le
limpian el polvo o el pantano en sus ropas y te la devuelven. No vayas a esa
prisión si amas la diversidad, la razón y la utopía. Te hacen ir de visita y te
vas quedando. Huye el día que te den arepa con queso y chocolate. La mujer es
dulce mientras te mete al calabozo, nunca conocerás peores tiranas que la
esposa y la madre. Madre se hace llamar la prisión, madre de la libertad. No
podrás salir pero crees que eliges
quedarte. Cuando te llegue la hora de la muerte dirás Ya la conocía, viví con
ella siempre.
Manizales, viernes 26/septiembre/2014
© Flóbert Zapata, septiembre de 2014