domingo, 2 de junio de 2013
TENGO LOS LABIOS QUEMADOS DE BESAR. Por Flóbert Zapata Arias Montes
(Otraparte: Casa Museo de
Fernando González Ochoa, Envigado)
TENGO
LOS LABIOS QUEMADOS DE BESAR
A
Gonzalo Fragui
Tengo que fumarme la vida a escondidas y solo,
mis labios están quemados de besar;
la muerte en cambio me la tengo que fumar
en público y en comunidad.
Cuando se me acaba la muerte todos me dan más,
en abundancia, barata, fiada o gratis,
un pedazo de pan no se le niega a nadie,
recojo las sobras mejores que los banquetes
o la tomo silvestre lo mismo en la ciudad que en el campo,
en las pantallas que en las ondas de radio;
cuando se me acaba la vida
tengo que comprarla cara y a escondidas,
a veces ausente o escasa por maniobra
de acaparadores y fascistas.
Es más escandaloso el humo de la muerte
que el humo de la vida pero el humo de la vida
es nuevo y a la gente le gustan las viejas ideas.
El humo de la vida te lleva al paraíso
después de besar,
el humo de la muerte te lleva al paraíso
después de matar.
*
TENGO
LOS LABIOS QUEMADOS DE BESAR.
A
Gonzalo Fragui
Tengo que fumarme la vida a escondidas y solo, mis labios
están quemados de besar; la muerte en cambio me la tengo que fumar en público y
en comunidad. Cuando se me acaba la muerte todos me dan más, en abundancia,
barata, fiada o gratis, un pedazo de pan no se le niega a nadie, recojo las sobras mejores que los banquetes o la
tomo silvestre lo mismo en la ciudad que en el campo, en las pantallas que en
las ondas de radio; cuando se me acaba la vida tengo que comprarla cara y a
escondidas, a veces ausente o escasa por maniobra de acaparadores y fascistas.
Es más escandaloso el humo de la muerte que el humo de la vida pero el humo de
la vida es nuevo y a la gente le gustan las viejas ideas. El humo de la vida te
lleva al paraíso después de besar, el humo de la muerte te lleva al paraíso
después de matar.
San
Antonio de Prado, Medellín. 18 a 26 de mayo, 2013