martes, 7 de mayo de 2013
NUEVO SERMÓN DE LA MONTAÑA. Por Flóbert Zapata
AMBIENTALISMO
Mira
las aves del cielo, no le hacen daño a nadie,
nos
enseñan a volar, no siembran, no cultivan,
no
almacenan y nunca les falta alimento,
aunque
ya las echan cortándoles los árboles,
aunque
mueren cuando chocan con los aviones,
aunque
después caigan muertas por los pesticidas
que
le aplican a los cultivos o engendren hijos sin ojos
a los
que se comen enloquecidas.
INMIGRANTES
Considera
los lirios del campo y de la ciudad,
cómo
crecen, no hacen daño, trabajan,
hilan,
tiñen los hilos de la alegría en la mirada,
te
digo que ni siquiera Salomón con toda su gloria
se
vistió como uno de ellos,
lástima
que los que se llevan el cielo
para
ellos solos los obligan a irse a la guerra
o al extranjero a morir lejos de su tierra
y a
no asistir al entierro de su madre o de su padre.
*
Qué sabio y poético El Sermón de la Montaña, breve y
suficiente bitácora de vida, si se le descuenta su obcecación con los que creen
distinto, los gentiles, y la mancha cruel de la misoginia, toda una obra
maestra. Pero los eclesiásticos y los creyentes hacen exactamente lo contrario
de estas palabras. Si hubiera conocido siquiera a una sola persona que viviera
de acuerdo con este Sermón la hubiera seguido, una persona que no gozara
dejando sin nada de esperanza a los demás, que se dejara ver, nunca hubiera
renunciado a la religión que, adulterada,
mató mi fe al inyectarle carreras, silencio a las preguntas y miedo. La
educación y la imposición hicieron su trabajo pero tan grande llegó el golpe del desaliento que todo se vino abajo aunque
el mundo estaba compuesto de tres cuartas partes de tierra y una parte de agua,
bastó una corriente de lluvia para arrastrarlo, no se necesitó el río y el mar
no existía. Los invito a leerlo, les tomará veinte minutos, la brevedad otra de
sus maravillas.
La Carolita, marte 7/may/2013
© Flóbert Zapata, mayo de 2013