A Carlos Héctor Trejos Reyes
Ahora que recojo lo sembrado
rememoro las cosas del ayer
y vuelvo hasta tu dedo congelado.
Te pido Satanás, si puede ser,
que no desaparezcas totalmente
y te hagas donde yo te pueda ver.
De vez en cuando anda entre la gente,
implórale que tema tu presencia
y rompa con su don indiferente.
Que en medio del gobierno de la ciencia,
ya que no ministerio o embajada,
te finjan comprensión, condescendencia.
Que no te circunscriban a la nada
como antes nos llevabas hasta el fuego
en la imaginación descontrolada.
A medida que avanza el desapego
el cáncer no da chance de que engordes
y vanos son las súplicas y el ruego.
Si acaso no te escuchan no desbordes
tu gran ego, que hay en el Ingrumá
un carnaval que toca a tus acordes,
mordiente ensoñación y manso ya.